El caminito del Rey es una de las vías ferratas más conocidas del Sur de España por las increíbles vistas que posee y porque, Aun así, está prohibida legalmente su realización (según informa el Excmo. Ayuntamiento de Ardales), así como acceder a través de las vías del tren, lo cual, a su vez, es la única forma que existe para poder llegar hasta el inicio de esta vía ferrata en desuso.
Nosotros no recuerdo como llegamos hasta el inicio de la ruta, pero sin querer darnos cuenta nos vimos en el punto de partida. Eso sí, llevábamos toda la equipación necesaria, arnés (para engancharlo a los cables de la pared), disipador para vías ferratas (para asegurarse en cable de acero) y casco (para protegerse del desprendimiento de piedras).
Tras nuestra aventura en Marruecos, Gas, Jorgito y yo estábamos listos para afrontar cualquier reto, por ejemplo, el "temido" Caminito del Rey, que consiste en un paso de unos 3 kilómetros que discurre entre las paredes del desfiladero de los Gaitanes, situado en Málaga, junto a una de las mejores zonas de escalada de la provincia, el Chorro. El principal problema es que muchos tramos están completamente deteriorados y por eso hay que tomar medidas de precaución en todo momento.
El comienzo ya te permite saber cómo va a ser la ruta, un camino no apto para la gente con vertigo...
En un minuto comenzamos a coger altura utilizando como escaleras unas vigas de hierro donde se asentaba anteriormente el paso peatonal
Casi todo el recorrido está protegido con cables por la pared y cada medio metro aproximadamente tienes que engarcharte de un cable para engancharte en el siguiente, esto te permite estar asegurado en todo momento a la pared.
Unas cuantas trepadas más...
y llegamos a la parte más alta del caminito. A partir de ahora la ruta discurre a la misma altura, aunque la dificultad sigue existiendo y también las zonas completamente deterioradas
Aquí comienzan las vistas más espectaculares de la vía
Paredes por ambos lados y el río a tus pies...
El problema es que aquí también están las partes más deterioradas. Este paso se construyó entre 1.901 y 1.905 para facilitar el paso a los trabajadores de la empresa hidroeléctrica que gestionaba el Salto del Gaitanejo y del Salto del Chorro. En 1.921, pasó por este lugar Alfonso XIII para inaugurar una presa y de ahí su nombre. Desde entonces no se realizó ninguna obra de mantenimiento y por eso desde los años 90 el camino está muy deteriorado.
Aquí el vértigo hay que dejarlo en casa...
Más o menos al llegar a la mitad del recorrido es donde se puenden contemplar las vistas más espectaculares. Te encuentras a unos 100 metros de altura sobre el río y pegado a dos bloques de piedra inmensos que se unen gracias a un endeble puente que parece que se va a derrumbar al pasar por él
Continuamos el camino pegados a la pared, las vistas son realmente impresionantes
Y los tramos complicados siguen estando ahí, así que continuamos asegurándonos todo el tiempo y no bajamos la guardia tomando precauciones
Ahora comenzamos a ver la otra cara de la montaña, continuamos un poco más bajando altura y llegamos al final de la ruta. Ahora tenemos dos opciones, continuar por el valle en el que nos acabamos de adentrar o volver por donde hemos venido.
Optamos por retornar lo andado, así que una foto de grupo y a volver a atravesar este impresionante camino
Como no podía ser de otro modo, finalizamos la aventura con una birra fresquita, pero por si eso no fuera poco, aprovechamos la ocasión para tomarla en el Potemkim, que aunque nos pillaba a una horita en coche, es sin duda el mejor bar de toda Granada!!!!!!
5 comentarios:
Sí está prohibida la entrada. Decir lo contrario y fomentar su uso es, por un lado, falsear la verdad y por otro fomentar el riesgo físico.
Ayuntamiento de Ardales
En respuesta al comentario del Ayto de Ardales.
La gente lo va a hacer de todas formas, y ya somos mayorcitos y decidimos que riesgos corremos y asumimos las consecuencias.
Destruir los accesos es de ser muy h.p., no tener ningún respeto al patrimonio cultural y natural y os hace responsables de todos los accidentes que haya habido por "improvisar" accesos desde que os cargasteis los originales.
Pensad las burradas que decís antes de decirlas y dejad de destrozar los accesos al caminito, que eso es de desgraciados. E intentar fomentar mas el deporte en el medio natural.
Si queréis evitar accidentes en el caminito, equipadlo como dios manda y poner los medios para asegurar que la gente que accede a el lo hace con el nivel técnico y el material necesario. Como ocurre en cualquier otra vía ferrata.
Y dejad de prohibir lo que no llegáis ni a entender por que lo único que parecéis es tontos.
Hasta los cojon*s ya de tanto dirigente imbécil que no se entera de nada.
Estimado ayuntamiento de Ardales:
Supongo que si desde está institución se asegura que está prihibido, así será. No hay mucho más que decir.
Lo de fomentar el riesgo físico, hombre, eso es otra cosa. Desde éste espacio siempre se ha pretendido transmitir nuestro amor por la naturelaza y los deportes de montaña desde un punto de vista responsable. Siempre que se acomete una actividad debidamente equipados y sabiendo usar el material, conociendo los riesgos que asumes, valorando las posibles consecuencías que pudieran derivarse y siendo consciente de tus capacidades. el asunto del riesgo es muy relativo. En mi opinión, a día de hoy es mucho más arriesgado intentar ser una persona honesta y honrada, y los peligros que te acechan mucho mayores. sea como fuere se agradece el comentario y se rectificarä.
Fer:
también se agradece tu comentario, pero creo que tendría mas fuerza si no se callera en la descalificación y el insulto.
Jorgito.
En mi pueblo, el ayuntamiento subvenciona las procesiones de Semana Santa, mi primo Casildo, es costalero y el pasado Jueves Santo le dió un latigazo en la espalda que no puede ni sentarse.
Es inadmisible como fomenta el riesgo físico el Ayto de mí pueblo.
pregunta para avezados:
En la página web del Ayuntamiento de Ardales hay una foto del desfiladero de los gaitanes precisamente con el epígrafe
"turismo Activo"
¿es esto fomentar el riesgo físico?
manuel pizarro
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