Viene de aquí
Tras una semanita de playa por Málaga y apartado del mundanal ruido, continúo, que me había dejado esto sin terminar. A ver por dónde íbamos... ah, sí... nos habíamos quedado contemplaqndo las cascada y decidiendo, con una cerveza en la mano que, mejor que regresar por Bujaruelo, volveríamos al coche por la Faja de las Flores y las clavijas de Salarons. Más bonito, más directo y ahorrándonos la carretera de san Nicolás de Bujaruelo a la Pradera de Ordesa. En fin, que si el día anterior atardeció azul, la mañana se nos presentó totalmente nublada...
...total, que a eso de las ocho de la mañana, dejábamos atrás el refugio donde tan bien nos habían tratado una vez más...
...y enfilábamos de nuevo hacia la Brecha de Roland que tapaban las nubes...
...hemos desayunado bien y vamos a buen ritmo...
...así que no tardamos en meternos de lleno entre las nubes...
...por suerte el camino no tiene pérdida y en poco más de media hora ya vemos aparecer el grandioso corte en la muralla de roca...
...atravesamos por última vez la Brecha...
...y en un momento en que aparece un claro nos lanzamos hacia abajo en busca del camino que nos baje hacia Cotatuero antes de que nos envuelva otra vez la bruma.
Al perder altura la visibilidad mejora considerablemente y el sendero no tiene pérdida. Al fondo, el Pico del Descargador nos sirve de referencia...
...y a la espalda dejamos la Brecha que acabamos de cruzar...
...ya vemos las verdes Planas de Narciso...
...a las que no tardamos en llegar...
...¡qué a gustico se camina sobre la hierba!!
Mira, por esto le llaman El Sumidero...
...de repente el riachuelo desaparece en la roca y recorre las entrañas calizas de la montaña para resurgir de nuevo en el barranco de Millaris. Este lugar no deja de sorprendernos.
Vale, el agua se mete por el agujero y sigue para abajo... pero, ¿nosotros?
...un mojón nos lo indica. Por aquí...
...sólo hay un sencillo destrepe...
...y a seguir caminando otra vez hacia las nubes...
...de ahí arriba venimos...
...y hacia allí vamos. Directos a un laberinto kárstico del que estaremos casi una hora para salir... tras atravesar este "pasillo" había, por lo visto, una indicación para seguir por la derecha y rodear el karst...
...pero no lo vimos y ahí nos metimos. Enormes grietas nos cortaban el camino cada poco. Así que con paciencia fuimos enlazando mojones para avanzar. Menos mal que aquí fue levantando la niebla poco a poco, porque si no hubiera sido mucho más divertido...
Pero al final salimos. Paramos a comer un poco y sin mayores contratiempos localizamos el sendero que recorre la Faja de las Flores.
Antes, otra miradita atrás...
...y a seguir el caminito...
...que poco a poco nos lleva hasta el bordecito mismo del Circo de Cotatuero...
...las nubes empiezan a disiparse como si nos levantaran el telón del espectáculo que está a punto de comenzar...
...justo antes de perdelo de vista, aparece la cima del Taillón, que ascendimos ayer...
Óscar se asoma...
...me paro a mirar las fotos que me quedan en la tarjeta de la cámara: 597... a ver si me llega...
...porque además del sendero imposible por el que transitamos y las vistas del increíble balcón al que nos asomamos, también hay maravillas a nuestros pies. Algo he andando por el monte, pero es la primera vez que veo la mítica edelweis. ¡Había cientos! También de otras muchas especies. Ya sé porque le llaman la Faja de las Flores.
...el sendero no es apto para personas con vértigo...
...no es nuestro caso, afortunadamente. Así que continuamente nos detenemos para contemplar... ya aparece el valle de Ordesa...
...hasta aquella punta llega el sendero, haciendo una amplia curva. Vemos un grupo...
...mejor con el zoom...
...una vez allí nos espera otro mirador...
...seguimos y ya vemos el Tozal del Mallo allí abajo...
...se me acaban las palabras, lo que no se acaba nunca son las fotos...
...y una curiosidad. Desde la pared, mirando hacia arriba aparecía este arco iris...
...y en mitad del cielo también estas irisaciones, pero no con forma de arco, los colores estaban ahí colgados sobre el valle...
...y así con este broche de oro, más bien multicolor, llegamso al final de la faja y empezamos en descenso por el circo de Carriata en busca de las Clavijas de Salarons. Por ese corte en la pared hemos venido, si me dicen que por ahí hay un camino no me lo creo...
...en ese corte en la bajada deben de estar las clavijas...
...un cartel nos lo confirma...
...el sendero serpentea en busca del paso...
...que no presenta dificultades, aunque como apuntó Jorgito, está más pensado para subir que para bajar... Navarro sonríe en mitad de la faena.
Después hay otro tramo de clavijas menos vertical pero también con su cosilla y llegamos al camino que nos llevará hasta la pradera de Ordesa. Pero para eso todavía queda unas horas y varios cientos de metros de desnivel...
...vamos a buen ritmo y en una horita nos plantamos en el bosque...
...el calor aumenta conforme perdemos altura, pero la sombra del hayedo nos hace este último tramo más llevadero y en otra horita y cuarto estamos en la carretera...
...que nos deja de nuevo en el punto desde el que partimos hace tres días con lo que completamos una bonita travesía circular.
La celebración del regreso del grupo en perfecto estado y con una par de cimas en la mochila incluyó, como no podía ser de otra manera, unas fresquitas jarras de cerveza.