jueves, 29 de abril de 2010

Recordando viejos tiempos... Subida al Anboto (1.330 m.)

Ya ha pasado bastante tiempo desde que Jorgito y yo hicimos cumbre en una de las montañas más queridas y conocidas del País Vasco, el monte Anboto, pero fue una ascensión bastante entretenida y por eso he querido recordarla para que no se quede en el olvido.
Fue hace dos años o más, quizás tres (el tiempo pasa más rápido de lo que imaginamos...), estábamos pasando unos cuantos días en Guernika y decidimos salir al monte. Anteriormente habíamos subido el Gorbeia y el Txindoki, así que nos decantamos por el monte Anboto que es "el otro grande del País Vasco".
Comenzamos la ruta en el Santuario de Urkiola. El tiempo no era malo y aunque había nieve no parecía una ascensión demasiado complicada.
Photobucket

¡Je, je! Como pasa el tiempo, qué jovenes estábamos... bueno, continúo. La ascensión está muy señalizada, cerca del santuario aparece la primera señal que te indica el camino. El primer tramo discurre primero por un prado y después por una zona boscosa, es bastante sencillo y no presenta dificultades, el único problema era la gran cantidad de nieve que había ya que se habían tapado las señales y costaba un poco seguir bien la pista.
Después de caminar durante media hora más o menos (os recuerdo que ha pasado tiempo y mi memoria no es muy grande...) llegamos a la colina de Urkiolamendi, donde hay un mapa con todos los montes de la zona que te permite situarte. Desde este lugar además, ya se comienza a ver la cima del Anboto.
Seguimos el camino hacia la cumbre pero aquí la nieve ya cubría todo y las señales estaban completamente tapadas así que nos tocó improvisar un poco la ruta y al final empezamos a subir a lo bruto: todo para arriba... Después de atravesar una zona arbolada comienza el último tramo...
Photobucket
Es una pendiente bastante pronunciada y ligeramente aérea. Este es el único tramo un poquito complicado, sobre todo cuando hay nieve, pero poco a poco íbamos llegando hasta la cumbre.

Photobucket

La pendiente cada vez es más fuerte y a mi me tocó hacer uso de las manos para no perder el equilibrio.
Photobucket
Cuando estábamos casi en la cima yo estaba ya un poco "cansadita" de tanta pendiente y Jorgito aprovechó para sacar una "bonita foto"...

Photobucket

Poco a poco íbamos siguiendo las marcas rojas que había en las rocas...

Photobucket
Todavía no habíamos llegado a la cumbre y el tiempo se empezó a complicar, la niebla era más rápida que nosotros y a este paso cuando llegáramos a la cima no íbamos a poder ver "ná de ná", así que teníamos que aligerar el paso.
Photobucket
Esto no acababa nunca...

Photobucket

Unos cuantos pasos más...
Photobucket

Otros más... (aquí ya se empezaban a poner unas vistas brutales...)

Photobucket
...últimos metros...

Photobucket

¡Y por fin llegamos a la cima!
Photobucket
Foto de rigor

Photobucket

Y otra más por si acaso.
Photobucket
El tiempo se había complicado, hacía un frío de narices y soplaba el viento cada vez con más fuerza, así que después de disfrutar de los impresionantes paisajes que se pueden contemplar desde la cima comenzamos rápidamente el descenso siguiendo la cresta hacia el este.
Photobucket
Al principio tocó de nuevo utilizar las manos para no resbalarse...
Photobucket
Y después nos encontramos con un paquetón de nieve increíble que nos dificultó bastante la bajada. En cada paso nos metíamos en la nieve hasta la cintura así que además de tardar bastante más en bajar, acabamos completamente calados.
Photobucket


Photobucket

He de reconocer que aquí yo ya estaba hasta el gorro de la nieve y me dio por "quejarme" un poquito... (pero porque fuimos tan listos que no habíamos llevado ni polainas...)
Photobucket

La bajada es muy sencilla, "todo para abajo" y listo, así que a pesar de calarnos hasta los huesos, cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos Zabalandi.


Photobucket
Aquí la nieve desapareció por completo y poco a poco fuimos andando hasta el Santuario de Urkiola mientras disfrutábamos de los tradicionales y maravillosos paisajes verdes del País Vasco.

Photobucket

¡Qué bonita es esta tierra!
Photobucket
Esta ruta está dedicada a Jorge que le encantó y llevaba tiempo diciéndome que la metiera, aquí la tienes...

miércoles, 28 de abril de 2010

Proyección Pico Lenin 7.134 m

Y siguiendo con el programa de proyecciones con las que Sanga nos está deleitando cada jueves, este 29 de Abril, el amigo y al vez afamado alpinista Jonás Cruces nos presentará el audiovisual realizado por Luis Pantoja y Mariano Frutos en el Pico Lenin. Un montañón que se encuentra nada menos que en la lejana cordillera del Pamir.

Así es presentado el evento.

PROYECCIÓN PICO LENIN – KYRGISTÁN

En el corazón del Asia Central se encuentra el Pamir, extraordinario punto de convergencia de los sistemas montañosos asiáticos: Hindukush, Karakorum, Himalaya y Kun Lun. El Pico Lenin es la cumbre más elevada de la cresta de Zaalay, situada en la frontera norte de la cordillera. Jonás Cruces, guía de esta expedición en Agosto del 2010, nos presenta el audiovisual realizado por Luis Pantoja y Mariano Frutos, durante su intento de ascensión y posterior descenso con esquís.

Conferenciante: Jonás Cruces.
Día: 29 de abril de 2010
Hora: 19:30
Entrada: Gratuita, hasta completar el aforo.
Lugar: Viajes Sanga (c/donoso cortes, 36 Madrid)

Para más información:

Web: www.vsanga.com

Email: sanga@vsanga.com

Teléfono: 914455960

Y fotón como anticipo de lo que podremos ver allí. Yo no faltaré...

lunes, 26 de abril de 2010

Fin de semana sobre ruedas. 2ª parte: Vía Verde de la Jara

Viene de aquí
Después de realizar la ruta por las Vegas del Guadiana, aprovechamos para visitar Trujillo y Guadalupe, dos localidades que no tienen desperdicio. Ya por la noche, celebramos los kilómetros realizados con una excelente cena y, tras dormir a pierna suelta, nos levantamos en Guadalupe con ganas de continuar quemando rueda, así que decidimos realizar otra vía verde, la de la Jara. Se trata de una ruta de 52 kilómetros de longitud que comienza en la localidad manchega de Calera y Chozas y finaliza en La Mina de Santa Quiteria. Al igual que la de Vegas del Guadiana, esta antigua línea de ferrocarril nunca llegó a utilizarse y con la que se pretendía unir los valles del Tajo y del Guadiana. El proyecto comenzó en la época de Alfonso XIII y se abandonó definitivamente en 1.964, a pesar de que toda la infraestructura ya estaba hecha.

Photobucket

Una vez tomada la decisión, nos dirigimos hasta la antigua estación de Calera y Chozas para comenzar la ruta. Se puede comenzar desde cualquier lado, pero elegimos este porque siempre preferimos enfrentarnos a las subidas a la ida y dejar las bajadas para la vuelta. Ale, comenzamos con una foto de Jorgito saludando a los Heavys...

Photobucket

La vía está muy bien cuidada y muy señalizada y, además, el terreno es de gravilla suave, así que no es nada complicado pedalear por el

Photobucket

Nada más comenzar la ruta se pueden contemplar unos paisajes impresionantes en los que el protagonista es el río Tajo.

Photobucket

Tras cruzar unas preciosas tierras de regadío completamente verdes en esta época, aparece de la nada un impresionante viaducto de 357 metros de longitud

Photobucket

Esta es una de las primeras sorpresas que nos deparaba la vía verde de la Jara pero no la única...

Photobucket

Continuamos por la ruta. Los paisajes cambiaban continuamente, pasas rápidamente de regadíos a olivares y de olivares a terrenos más agrestes... sin palabras.. todo era perfecto salvo una cosa que no aparece en las fotos pero que tengo que contar... En este primer tramo nos asustamos muchísimo porque parecía que habíamos ido a una procesión de Semana Santa. Había más de cincuenta personas (no exagero) realizando este recorrido, aunque afortunadamente todos los hacían en dirección contraria.
Photobucket

Después de pensar durante un rato, Jorge se acordó de que este fin de semana era el día de la vía verde de la Jara o algo así... un dato que confirmamos cuando nos dimos cuenta de que todos iban con una camiseta verde idéntica... Somos más listos...
Photobucket
Lo bueno es que a los 10 kilómetros de recorrido todo el mundo desapareció, por lo visto, hacían sólo un tramo corto del recorrido. Así que pudimos volver a disfrutar de los paisajes con más tranquilidad.
Photobucket


Photobucket
Esta vía verde está repleta de túneles, concretamente se atraviesan 17. Los primeros son de corto recorrido así que no hay problema por no llevar luces.

Photobucket


Photobucket

A los 18 kilómetros aproxidamente llegamos hasta la antigua estación de Aldeanueva de Barbarroya. Lo más llamativo de este lugar sin duda es el tren que hay junto a la estación. Es una pena que esté vallado, aunque viendo como está de pintadas, normal que lo hayan cerrado para intentar protegerlo...

Photobucket


Photobucket


Photobucket

Mucha gente realiza finaliza el recorrido en esta estación ya que así realizan una ruta de 36 kilómetros que no está nada mal, pero Jorgito y yo estábamos con ganas así que decidimos continuar explorando esta vía verde.
La verdad es que te quedabas con la boca abierta todo el tiempo. Los paisajes cambiaban continuamente y te encontrabas imágenes como ésta, un señor arando de la forma tradicional... esto ya no se ve tan fácilmente en cualquier parte...
Photobucket

En este tramo de la vía ya no nos encontramos con casi nadie y eso te permitía disfrutar más de toda la ruta
Photobucket

Desde Aldeaneuva de Barbarroya ya no hay ningún pueblo, todo es naturaleza y campos de cultivo, lo único que podías encontrar era elementos curiosos como éste. Cuatro vehículos destartalados que ya han pasado a formar parte del paisaje.
Photobucket

De nuevo comenzaron los túneles aunque éstos sí que tenían muchos más metros. Yo tuve que aprender a conducir la bici a oscuras porque al principio me pillaba unos mareos enormes, os juro que veía todo borroso y parecía la típica imagen de "ir hacia la luz"... ¡ay! que angustia (si se me ve hasta en la cara...)
Photobucket
Salir de estos túneles era para mi toda una alegría.
Photobucket
En esta zona el paisaje cambia de nuevo radicalmente. Aquí la reina comienza a ser la Jara, la planta típica de la comarca.

Photobucket

Tras atrevesar unos cuantos puentes más, aparecen otras estaciones como Pilas o Nava Fuente.
Habíamos realizado ya 30 kilómetros y todavía nos quedaba la vuelta, pero el paisaje era tan espectacular que decidimos continuar un poco más.

Photobucket

En esta parte del recorrido aparece el río Huso y ya no se separa de la ruta hasta el final. Los paisajes se vuelven más abruptos y desaparecen los terrenos de cultivo. Tal y como nos pasó ayer, intentamos localizar a los "Hobbits de la Comarca" que seguro que andan dando un paseo por aquí..

Photobucket


Photobucket

Habíamos pasado ya el kilómetro 37 y teníamos que pensar en darnos la vuelta. Nos habían dicho que en un par de kilómetros había una estación abandona con un chiringuito, así que decidimos tirar un poco más para poder coger fuerzas para la vuelta con una cerveza

Photobucket
¡Y por fin lo encontramos! tras 38 kilómetros, apareció como de la nada un chiringuito perfecto en el que no sólo se podían tomar cervezas baratas, sino que además te ponían una excelente tapita con ella.
Photobucket


Photobucket

Los dueños del chiringuito son amabilísimos y fue un placer tomar la cerveza en este curioso lugar.
Photobucket
Por cierto, que aquí, además del chiringuito está la estación abandonada de Campillo - Sevilleja.

Photobucket
Después de coger fuerzas con una cerveza y una barrita energética nos pusimos en marcha para realizar la vuelta. Yo ya estaba preparada para enfrentarme a los enormes "túneles oscuros"

Photobucket



Photobucket
La vuelta se nos hizo muy corta. En el primer tramo se notaba bastante la bajada y fuimos a muy buen ritmo, así que cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos en Aldeanueva de Barbarroya.

Photobucket
Unos cuantos kilómetros más y nos encontramos de nuevo con el espectacular viaducto

Photobucket
De nuevo nos paramos para contemplar las impresionantes vistas.

Photobucket
Además, está tan alto que da "sensación" cuando te asomas...

Photobucket
Poco a poco fuimos llegando. Los 10 últimos kilómetros eran además un poquito cuesta arriba, así que las piernas ya iban "picando"...

Photobucket


Photobucket

Justo antes de llegar a Calera y Chozas los paisajes ya eran más "rurales" aunque eso sí, seguían siendo impresionantes..

Photobucket

Y después de unas cinco horas largas (casi seis) de recorrido llegamos de nuevo a la furgoneta. En total más de 75 kilómetros; no hicimos la vía verde al completo pero nos damos por satisfechos, así que como siempre, nos fuimos a celebrarlo con la cervecita de rigor y después rumbo a las tierras castellanas.

Photobucket