domingo, 20 de diciembre de 2009

Pico Jano (1.288m): Aprovechando la ola de frío polar

La verdad es que con la televisión dando la tabarra todo el día con la ola de frío polar, las temperaturas de menos tropecientos y la cota de nieve en el norte a cero metros, a punto estuve de quedarme en casa todo el fin de semana. Sin embargo, el viernes por la tarde me encontré con el amigo Javi haciendo unas compras navideñas y quedamos en que para el domingo, que no daba tan malo, lo mismo salíamos a hacer algo. Perfecto, quedamos a las ocho de la mañana y tras los cinco minutos de rigor, ya estábamos Javi, Andoni, Fernando y yo montados en la furgoneta y, en poco más de media hora, en Bárcena de Pie de Concha. La idea era subir al Pico Jano, no confundir con la cima del mismo nombre que está en Liébana. Era mi primera salida con las gentes de Torrelavega, que al final, después de un año y medio, a pesar de lo tímido que es uno, pues se va conociendo gente, y gente maja, a fe. Hacía frío, pero la temperatura tampoco era tan baja como podía esperarse. Estamos a unos 300 metros, más o menos en la cota de nieve. Venga, vamos para allá que nos quedamos fríos.

Primero, remontamos por este bosque ganando altura rápidamente. Andoni dice que ha subido cuatro veces. Perfecto, así no tengo que preocuparme de nada, sólo de seguir las huellas de mis guías.

En mitad del bosque encontramos esto. Sí, es todo el faldón delantero de un coche. Mira que me he encontrado cosas raras por el monte, pero esto... aquí en mitad de un bosque... en fin, que lo investigue Iker Jiménez.

No tardamos en ganar el cordal y podemos asomarnos al otro lado del monte. Allí abajo serpentea la carretera N-611 que con la apertura de la autovía apenas tiene tráfico.

Bueno, va avanzando el día y parece que va a ser espléndido. A ver si nos toca ya un poco de sol, porque a la sombra hace una rasca...

Me siento inspirado y retrato este árbol con la pálida luz azulada de la mañana.

Y a lo lejos, este acebo, si es que la Navidad está ahí a la vuelta de la esquina.

Seguimos ganando altura y y me sigo retrasando porque no paro de hacer fotos.

Pronto, empiezo a intuir que no soy el único nisio del grupo. Andoni, el que ha subido cuatro veces, nos mete de lleno en un bosque bastante tupidito que se aleja bastante de lo que podría denominarse "la ruta normal". Además, Javi nos ha confesado que estuvo de cena y que se acostó pasadas las cinco de la mañana, o sea que ha dormido uns tres horitas, como Andrés en sus buenos tiempos... empiezo a sentirme como en casa.

El bosque sigue brindándome oportunidades de mostrar mi sensibilidad artística.

Hasta que aparece esta antena. Hemos logrado salir del bosque y parece que ya vamos yendo por el buen camino...

...inmejorable, diría yo, una cómoda pista...

...que, aunque cubierta de nieve...

...nos da un rato de relax.

De pronto, llegamos a la zona soleada. Por fin, pienso, a entrar en calor. Sin embargo, la singular inclinación de ese acebo me inquieta...

...efectivamente. Estamod al sol pero el viento sopla de lo lindo. Pero ese contraluz y las redondeadas formas de la nieve... me paro a hacer una foto... bueon aquí hice como veinte...

...mirando hacia el otro lado, la imagen aparenta una quietud congelada...

...pero nada más lejos de la realidad...

No estamos ni a mil metros, pero la verdad es que parece que estamos haciendo una ascensión importante y todo... Se aceptan sugerencias para el título de esta foto.

La ladera está muy venteada, mejor porque así se ha llevado algo de nieve. Ha caído mucho por esta zona, y ya digo que no estamos muy altos... Aquellas dos antenas marcan la cima. Ya queda menos.

...nos turnamos para abrir huella. Ahí va Javi...

...el viento vuelve a darle fuerte y le da un aliciente más a la ascensión. Está bien el día, sí señor.

Ahora vems mejor lo que nos queda, tenemos que perder altura hasta ese collado y ahí sí que pega el viento...
...a lo mejor en vídeo se ve mejor...

Efectivamente hace mucho viento y eso incrementa la sensación de frío, así que saco los guantes buenos y la chaqueta de goretex. Por lo menos caminamos de nuevo sobre un pista que nos indica bien el camino, hemos decidido que la seguiremos hasta el collado del fondo y atacaremos la montaña por la otra vertiente que parece que está menos venteada...

...porque lo que es aquí...

...el viento poco a poco remite y ya falta menos para el collado.

Ahora sí que tenemos la cumbre a tiro.

Un poco más...

...ahí va Javi, con las cumbres de Alto Campoo al fondo a la izquierda y Peña Sagra a la derecha. Y detrás de él, el viaducto de Montalbliz, el de mayor altura de España y el sexto de Europa con 143 metros.

Aquí arriba está este embalse, el de Mediajo, que la verdad me sorprendió. No lo esparaba. Al fondo se ve Reinosa.

Andoni ya está subido en el vértice geodésico y a mí no me queda nada.

...¡mira la antena! Parece que sí que ha hecho frío por aquí, ¿eh?

Ahí está Javi en los últimos metros de la ascensión, con el pantano del Ebro al fondo...

...bueno, éstos sí que son los últimos metros de la ascensión.

Venga una foto del grupo con el emblema del patrocinador. Cima del Pico Jano (1.288metros)

Y unas fotos de las vistas. Aquello es Castro Valnera.

Y aquelloe Alto Campoo, buen día para esquiar les ha salido.

En fin, tras un rato en la cima, nos vamos para abajo. Los "sherpas" han decidido bajar hasta el embalse de Alsa, un poco más abajo y luego legar a Bárcena por la carretera, así nos ahorramos jaleos. Pues nada, vamos para allá.

Nos despedimos de nuestra cima...

...y no tardamos en llegar a la carretera, que se pisa muy bien...

...un poco más tarde y con un atajo matador en las piernas llegamos a la presa...

..y tras comer un poco al sol continuamos por la cerretera helada...

... pero que muy helada. Ya vemos el valle del Besaya, se ve perfectamente dónde está la cota de nieve.

Y antes de llegar al coche, una última vista del Jano, que nos ha hecho pasar una buena jornada de montaña. Unas siete horitas, 1.000 metros de desnivel y muchas risas.

Y ya en el coche, como no podía se de otra manera les hago entrega a mis compañeros de sus merecidas camisetas. Se las han ganado.

martes, 15 de diciembre de 2009

Jesús Calleja: Desafío extremadamente nisio

Como los habituales de The South Face recordarán bien, en nuestro último periplo por el Himalaya coincidimos con el amigo Jesusín Calleja que andaba terminando de grabar el programa que ahora emite en Cuatro: Desafío en Himalaya. El que no lo recuerde o ni siquiera lo supiese, cosa por otro lado normal, dada la exigua audiencia de este humilde blog, puede recordarlo pinchando aquí.
El caso es que The South Face Extreme Nisio Team y Jesús Calleja son viejos amigos desde que allá por el año 2005 fuera nuestro guía en la expedición que realizamos a la Patagonia, concretamente a una pequeña travesía por el Hielo Sur. El que no la recuerde o bla, bla, bla...que pinche aquí.
Después, siguieron algunos esporádicos pero bonitos encuentros, como la ascensión al corredor noreste del Espigüete. Si eso, ya sabes, pincha aquí.
Además, Andrés, el mítico Mr.Churches, se fue con él al Island Peak, en una aventura que espero un día pueda relatarnos aquí, e incluso mi hermano Íñigo y el mismo Andrés, compartieron con él y con su hermnao Kike, la ascensión al McKinley de su Desafío Extremo, de hecho, salen por ahí en el vídeo, Andrés conduciendo la furgoneta e Íñigo brindando con cerveza. A ver si también publicamos ésa, que está todavía en la lista de pendientes...
En fin que tras varias expediciones y ascensiones con él, podemos decir que es un nisio en toda regla y como tal le hicimos entrega de la camiseta. Un honor que recibió con chispeante alegría tras haber tomado un par de chang, la peculiar cerveza que fermentan por aquellas tierras, ya que, como deportista de elite que es, no está acostumbrado a los efluvios etílicos como nosotros. Por suerte, conseguimos evitar que se hiciera con nuestra cámara y empezara a grabarse a sí mismo contando lo extrema que había sido esa entrega de camiseta.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Turbón (2.492m) ¿Intento?: Sacando a pasear las raquetas

Las previsiones para el lunes no eran las mejores de todo el puente,pero había que aprovechar. Con la moral de la tropa de nuevo recuperada, Óscar y yo, decidimos acercarnos al Turbón para hacer un intento. Ya sabíamos como llegar, más que nada porque el día anterior, antes de dirigirnos a Vielha para subir el Montcorbison, estuvimos deambulando por la zona para ver si hacíamos esa cumbre, pero también nos levantamos tarde, tardamos en encontrar el sitio y bueno, que al final cambiamos de planes.
Pero esta vez estábamos decididos. Bueno, Gaspi y Marta no tanto, de hecho se quedaron durmiendo en una actitud bastante nisia por cierto, aunque visto el resultado de nuestra excrusión, ahora me pregunto quién es más nisio de los cuatro. En fin, que Óscar y yo, nos levantamos a las 7,30h y tras desayunar cogimos el coche de Óscar y nos fuimos para allá. Esta vez las previsiones se cumplían y había amanecido lloviendo. El segundo inconveniente del día llegó en una curva en cuesta que hacía la carretera. El día anterior "La bala del Pirineo" pasó sin problemas, pero esta vez, nos quedamos a la mitad y, tras varios intentos fallidos, nos tocó poner las cadenas. Así perdimos un buen rato y cuando nos pusimos a andar eran casi las diez. Por cierto, que como pensábamos que arriba habría la misma nieve que el día anterior, nos colgamos las raquetas de la mochila. Nisia decisión, como se podrá comprobar más tarde.

Al poco de empezar a caminar, me asaltó una duda. Yo estaba convencido de que no íbamos a conseguir subir al Turbón. No íbamos bien de tiempo y la meteorología no acompañaba. La verdad es que empezamos a andar por aquello de que nos habíamos levantado de la cama a dar un paseo sin mayores pretensiones. Entonces, ¿se puede considerar esto un intento? Lo digo por el tema de las estadísticas que para el currículum de un montañero siempre son importantes. A ver si vamos a bajar puestos en el ranking mundial y para la próxima expedición al Himalaya o la Antártida, llaman a un kazajo por esta tontería.

Tras esta reflexión que dejo abierta para el debate, diré que la pista no era fea del todo, caminábamos bajo una fina lluvia por un pinar intentando descifrar la reseña de la guía "100 cumbres de los Pirineos", que si el día anterior nos llevó sin problemas hasta la cima hoy la cosa estaba un poco más complicada...

...tanto que empezamos a dudar y nos dimos la vuelta para coher otro ramal de la pista, así, entre una cosa y otra, estuvimos caminando como una hora hasta que nos encontramos un todoterreno del 112 que nos indicó la ruta correcta. Era por donde íbamos al principio. Nos dimos la vuelta otra vez y volvimos a remontar la pista por grandes revueltas. Llegados a un punto nos encontramos con las huellas del coche que hacían una cruz en la nieve. Al lado había un mojón. Era el desvío que había que coger y el compañero del 112 nos lo había indicado perfectamente porque tampoco estaba muy claro, no. Desde aquí, muchas gracias.


Así que, tras andar un rato por la pista que se iba estrechando y empinando, acabamos en esta senda que subía por el pinar en busca de la coladeta de sa Feliú.

La verdad es que este tramo fue bonito.

Ya salimos del bosque y queda menos para el collado que da paso a un valle que hay que remontar hasta otro collado que gana la arista sur del Turbón...

...en esta foto se ve claramente. O no. Cuando llegamos, la niebla se había metido. Tuve tiempo de ver la imponente cara norte de la montaña, pero cuando quise hacer la foto ya no se veía nada.

Así que, media vuelta y a casa, que empezaba a soplar el viento con más fuerza y a caer más agua. Por cierto, que el valle superior, llamado la Coma de San Adrián, estaba totalemente pelado de nieve. Y las raquetas a la espalda.

Empezaba a hacer fresco y la lluvia amenazaba con fastidiarme la cámara...

...pero ya en el bosque, la cosa estaba mejor...

...menos por esto. ¿A quién se le ocurre subir un bidón de este calibre hasta aquí y luego dejarlo tirado? Por educación, omitiré algunos calificativos que se me ocurren.

No tardamos en volver a la pista y, apremiados por la lluvia, hicimos el descenso a buen ritmo. Después de haberle dado un buen paseo a las raquetas de nieve. Luego, coche y huevofritada de campeones con Gaspi y Marta que por fin se habían levantado.

En fin, que dimos un paseo por la mañana y por la tarde aprovechamos para hacer un poco de turismo. Más que nada por conocer las maravillas románicas de la zona, como esta magnfícia iglesia de Sant Climent de Taüll.