Nos hacemos mayores. Uno, que ya peina algunas canas, ya lo intuía, pero este fin de semana ha ocurrido algo que ha terminado de confirmármelo. Había quedado con Andrés para ir a la Sierra de Béjar y buscar algún corredor chulo en Hoyamoros, como la canal de Los Hermanitos. El viernes quedamos para tomar una cerveza. Yo me recogí medianamente pronto, pero él se quedó a tomar unas copichuelas. Cuando me despedí de él en el Llamas, le recordé: "a las ocho y media estoy en tu casa".
Finalmente a las nueve y diez me cogió el teléfono y con voz de ultratumba me dijo: "estoy muy maaal". En otros tiempos, se habría levantado con la resaca-melopea y, como aquella vez, se habría subido el Almanzor. Pero ya digo, hubo mucho guateque y... nos hacemos mayores.
Así que, decidí irme solo a la Sierra de Béjar y dar un paseo por allí, ya que me había levantado. Aquí relato mi ascensión al Canchal de la Ceja, que con 2.425 metros es la montaña más alta de la provincia de Salamanca, que ya subimos juntos Andrés y yo
el pasado mes de octubre. Esta vez me tocó hacerla solo:
Conduje solo hasta Béjar, luego subí a Candelario, de allí hasta La Plataforma y luego hasta El Travieso, donde aparqué el coche. Por ese camino que se intuye frente al coche empezaría a caminar, también al fondo se intuye la cima nevada del Calvitero.

Como estoy solo, tengo que grabarme a mí mismo al salir.
El camino, que he recorrido muchas veces, se sigue con facilidad. Grandes mojones señalizan la ruta que discurre por un marcado sendero entre piornos. Se me hace raro no tener a nadie a quién fotografiar, es lo que tiene ir solo.
Al ganar un poco de altura aparecen al fondo las cimas de los Hermanitos, la canal que discurre entre ellos era la que íbamos a hacer...
Poco a poco, el sendero asciende haciendo grandes zigzags hasta casi alcanzar la parte más alta del cordal, donde empieza a haber algo de nieve...
...son los restos de la nevada del pasado fin de semana.
No es mucho espesor, se anda bien y además el día acompaña. Hace un sol espléndido, incluso empieza a notarse el calor.

La verdad es que nunca había subido por aquí, siempre solemos tirarnos demasiado a la derecha en la subida...
En un rato, ya se ve al fondo la cima del Calvitero...

...y como voy solo y no tengo a nadie con quén hablar, hablo con la cámara...
Me fijo en bonitos detalles... A ver quién adivina qué parte de este mojón está orientada al Norte.
De momento, paso de largo del Calvitero y continuó hacia la Ceja, que ya se ve allí, coronando el circo del Trampal.
Aquí se ve mejor. Dos compañeros montañeros me preceden, luego me los encontraré en la cima y echaremos una conversación.

Afronto la pala final, donde se ganan los últimos ciento y pico metros de desnivel...

...y me planto en la cima yo solo, después de algo más de hora y media de ascensión.
Esta vez no hay foto con el banderín del Llamas, no tuve fuerzas para sacarlo... en su lugar retraté a los dos compañeros, que resultaron ser de Madrid y muy majetes. Tenían la intención de seguir hasta
el Torreón, pero yo no me vi con ganas... demasiados recuerdos... Además, con un poco de suerte todavía llegaba a comer a casa de mi madre.

Así que bajé a buen ritmo... sólo me paré un momento para echar la vista atrás y mirar a la canal de los Hermanitos con una sensación entre la ira contenida y la dececpión. Me debes una canal de los Hermanitos, Andrés, que lo sepas.
De regreso me crucé con un par de familias: padres, madres y prole diversa que iban a la Ceja. La verdad es que da gusto ver estampas así.
A la vuelta sí que pasé por el Calvitero, donde me hice una foto a mí mismo... no había nadie para hacérmela... estaba completamente solo... Por cierto, tengo que cambiar de cámara, que ésta me saca muy calvo.
