Expedición Ramafloja al Atlas: Ras (4.083m) y Timesguida (4.089m)

Viene de aquí

Sí, estimados y fieles lectores, sí. Como podéis comprobar en la primera foto, volvimos a dormir en el refugio. No hay excusas, somos nisios. Para otra vez planificaremos las cosas de otra manera... Bueno, pues aquí estamos desperezándonos. Son algo más de las 7,30h y esta vez no vamos a ser los últimos en salir a caminar. En la parte de arriba de la litera, Pablo no ha dormido muy bien, le duele la cabeza. Al final, decidirá quedarse en el refugio.

Sobre las 9,00h empezamos a andar. A la izquierda vemos la hilera de gente que sube hacia el Toubkal.

Hacia donde nosotros vamos no va nadie. Mejor. Nuestros objetivos de hoy son el Ras y el Timesguida dos montañas cuya ascensión por la vía normal no tiene mayor complicación. Pero tenemos en mente el corredor Nordeste, que veíamos ayer en la subida al Toubkal. Bueno, decidiremos sobre la marcha.

Ahí está Juanillo, con los refugios a su espalda.

No tardamos en divisar el collado por el que discurre la vía normal...

...pero enseguida vemos asomar la canal Nordeste, ¿veis cómo sube en diagonal a la cima? Pere saca la guía y releemos la reseña. PD, 350m, 35º, un estrechamiento de 45º... lo único que nos preocupa es que antes de la salida vemos una franja de roca que en el libro está cubierta por la nieve... ¡Qué demonios! Al final decidimos intentar la canal y si en la parte de roca hay que darse la vuelta, pues nada, sin problemas.

Atravesamos esta pequeña angostura...

...y nos desviamos de la huella principal para seguir por la que nos conduce hacia la entrada a la canal.

Una vez más el día ha salido precioso. Al fondo vemos la arista OSO del Toubkal.

Pere, Edu y Aritz, van bien de fuerzas, yo, para variar, un poco justito. Juanillo, detrás de mí, tampoco va muy bien.

Antes de entrar en la canal, hacemos una paradita para comer un poco, pero a la sombra hace fresquito. -3º marca mi reloj. Así que tampoco nos demoramos mucho.

Vista atrás. El del fondo es el Toubkal.

Y vamos para allá. No tiene pérdida. Todo para arriba.

Como digo, no voy muy fino y no tardo en quedarme rezagado. Pero bueno, yo a mi ritmo...

...y Juanillo al suyo.

Ya llegamos al estrechamiento. La verdad es que técnicamente esto no tiene nada y además la nieve está muy bien.

Lo que sí tiene es ambiente. Poco a poco me voy encontrando mejor y disfruto de la ascensión.

Cuando salgo del estrechamiento, veo que la cabeza del pelotón ya ha llegado a la zona de roca. Aritz ha seguido por la capita de nieve dura que hay a la izquierda clavando bien las puntas de los crampones. Edu y Pere prefieren tirarse por la trepada en roca. A ver qué hago yo cuando llegue allí...

De momento, paro a descans... digo... a hacer un vídeo...

Al final, me decido por seguir a Pere. La primera trepada es sencilla, II, con buenos agarres para las manos. Cuando Edu termina el tramo de mixto bastante guarrillo, nos da una voz y Pere sale de la protección. De vez en cuando cae alguna piedra y nosotros sin casco. No estaba peligroso pero, mejor haberlo llevado, desde luego. Ahí ataca el Pere con su habitual maestría.

Me asomo un poco para hacer esta bonita foto del Pere en acción...

...y esta otra cuando llega a la seguridad de la nieve. Arriba, Aritz espera en el collado previo a la cima.

Luego Pere me fotografía a mí. La roca está bastante descompuesta pero presenta buenos agarres. Eso sí la primera laja que agarré me la quedé enterita en la mano al hacer un poco de fuerza... Bueno, con cuidadito y fijándose un poco tampoco tenía mayor problema.

Adelanto a Pere para que me haga esta bonita foto...

...y al llegar arriba le saco yo ésta...

...y grabo este vídeo.

Más abajo, Juanillo tiene problemas. No lo está pasando bien. Desde arriba le dijimos que si no estaba al cien por cien seguro, que no se metiera en este tramo. Pere se bajó un poco para animarle y darle algunas instrucciones y, sobre todo, confianza...

...y al final el tío, apretando bien el culo salió por arriba, como tiene que ser. Conocéis el dicho popular: "pasarlas más putas que Caín", bueno, pues desde entonces en todos los países hispanohablantes se dice "pasarlas más putas que Juanillo".

Pero, bueno, nada que unas latas de caballa, un par de fuets y la satisfacción de la cumbre no puedan hacer olvidar. Ahí estamos todos en la cima del Ras (4.083m) donde por fin Juanillo recuperó la sonrisa. Nos acordamos de Pablo y se la dedicamos. Va por ti compañero. Por cierto, llegamos pasadas las 13,00h

Unas fotos desde la cumbre. el Toubkal

Y el compañero Edu, más feliz que una lombriz, mirando hacia el Timesguida. Ahora vamos para allá.

Pues eso, vamos para allá. Atravesamos el nevado collado por el que sale la canal...

...bajamos esta pala de nieve...

...y subimos la pedrera infernal hasta la cima, donde parece que hay alguien.

Ahí viene Aritz, al fondo vemos el Ras, del que acabamos de bajar. El collado nevado entre las dos cimas es por donde salimos y la cima principal, de 4.083 metros, la de la izquierda.

Nos tumbamos a sestear, mientras nuestro compañero de cima hace fotos. Es un noruego muy majete de peculiar bigote que nos cuenta que ha madrugado, se ha subido al Toubkal, ha bajado y se ha subido hasta el Timesguida pasando por la cima secundaria del Ras... parafraseando a Obélix: "están locos estos noruegos".

Muy amable, nos hizo esta foto de grupo en la cima del Timesguida (4.089m)...

...y se marchó.

Nosotros no tardamos en seguirle.

Atrás dejamos el Timesguida.

La nieve empieza a estar demasiado sopa y nos hundimos hasta la rodilla.

Tras bajar la pala de nieve hay que descender la arista hasta el collado. Tiene algunos pasitos en los que prestar atención, pero nada más.

Ya casi llegamos al collado...

...y todo derecho hasta el refugio.

De camino, Pere no puede evitar detenerse para echar un último vistazo a la canal que hemos subido.

...y ya atardeciendo llegamos al refugio donde nos espera otro té, otra cena a base de pasta y cus-cus y otro rato en la chimenea con Abdul y compañía en, también, otra amena charla sobre cómo "trabaja la máquina" por la noche.

Y luego, después de un buen día de montaña, al saco a dormir como un angelito... o eso creía yo...

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