Huyendo de los calores de la capital del reino, un par de nisios subieron el pasado fin de semana a las tierras del norte. Para variar, eran el mítico Mr.Churches y el gran Gaspi, que últimamente formamos el núcleo duro de The South Face Extreme Nisio Team. La idea era aprovechar al máximo el tiempo con un programa repleto de montaña, cercezas, escalada, comilonas, playa y algún que otro gintonic. También para variar, los planes iniciales, ascender Torre Cerredo el sábado y saldar una cuenta pendiente desde hace tiempo, quedaron truncados por razones que mejor no mencionaré para no hurgar en la herida. Lo peor es que dejamos a Pili más tirada que una colilla, desde aquí volvemos a pedir perdón desde el fondo de nuestro corazón nisio. De rodillas estamos.
Al final, el sábado, nos levantamos medio tarde, desayunamos con calma y nos acercamos a subir el monte Candina, que cada vez que paso a su lado con el coche me quedo embobado. Sobre todo cuando recuerdo la ascensión que Isabolita y Aurelio hicieron hace un tiempo y que me puso los dientes largos. El caso es que al final, también se apuntó mi santa esposa, así que con la tripa llena de sobaos pasiegos pero ni un chusco de pan en la mochila, sobre la una del mediodía empezamos a caminar por bien marcado sendero que nos indicaba la guía Cantabria 60 itinerarios, de la Editorial El Senderista.
Al final, el sábado, nos levantamos medio tarde, desayunamos con calma y nos acercamos a subir el monte Candina, que cada vez que paso a su lado con el coche me quedo embobado. Sobre todo cuando recuerdo la ascensión que Isabolita y Aurelio hicieron hace un tiempo y que me puso los dientes largos. El caso es que al final, también se apuntó mi santa esposa, así que con la tripa llena de sobaos pasiegos pero ni un chusco de pan en la mochila, sobre la una del mediodía empezamos a caminar por bien marcado sendero que nos indicaba la guía Cantabria 60 itinerarios, de la Editorial El Senderista.
El camino se cerraba a veces por la vegetación, pero sin problemas. Además, marcas de GR nos guiaban en todo momento.
La subida es fuertecita y continua, aunque no muy larga...
...y pronto llegamos al primer collado...
..que nos asoma a esta depresión, Hoya Tueros, a la que tendremos que bajar, para volver a subir por allí enfrente en busca de un nuevo collado. Vaya, esto no va a ser un paseo tan tranquilo como el que pensábamos...
Bajamos, volvemos a subir. Empiezo a sospechar que Gaspi y Andrés hubieran preferido ir a escalar... o sólo a hacer el mono... como Raquel los conoce desde hace tiempo, simplemente los ignora... ¡venga, posturitas, que hay que subir un monte!
Seguimos subiendo. El cielo está nublado. Mejor, porque si no haría un calor importante.
Otro collado y otro sumidero kárstico, Hoya Falluengo. Es bonito el sitio éste, pero a ver si se acaba ya este sube y baja...
Llegamos a Llana Tueros y parece que el día va despejando... mejor así nos queda tarde de playa, que es la idea.
En el cresterío, ya vemos a los buitres. Aquí está la única colonia de buitres leonados que anida al borde del mar en toda Europa. Estamos en un lugar privilegiado.
Cuando llegamos al antiguo camino de las minas de hierro, me doy la vuelta y veo el mar. Esto es otro privilegio al que no estamos acostumbrados los que nos hemos criado en las llanuras de Castilla.
Ya debe de quedar menos, aunque tampoco tenemos prisa. Mis compañeros se pierden en el paisaje calizo. ¿Dónde está Wally? Bueno o Raquel o Gaspi...
Avanzamos por los restos del camino minero...
...y seguimos ganando altura. Atrás, hacia el este, ya aparece Islares y la autovía A-8 por la que hemos venido.
Cuando me doy la vuelta, Gaspi ya está otra vez subido a la pared. A ver si se va a hacer daño... Nada, nada, mañana a escalar a Ramales, a que se le quite el mono al niño...
Andrés y Raquel ya bajan hacia los Arcos del Llanegro, también conocidos como los Ojos del Diablo, bonita formación producto de la erosión, con la cima del Solpico al fondo.
Giramos a la dercha por el sendero y ya aparece uno de los agujeros...
Ahí está. Todo n espectáculo de la naturaleza, con el cabo Cebollero allí abajo. También se le conoce como la Ballena de Sonabia porque a ras de mar parece un gran cetñáceo, de esos que dibujábamos cuando éramos pequeños... Pero si Gaspi se ha vuelo a subir... no gana uno para disgustos!!!
Un poco de zoom en lo que baja el crío...
Y foto del grupo. Venga, que todavía queda subir un rato.. y luego bajar otro...
No puedo evitar asomarme y Andrés me inmortaliza con maestría.
Abajo vemos la playa de Sonabia. Allí concluiremos la jornada.
Andrés se asoma hacia abajo. Mejor no caerse.
Venga que nos rezagamos...
Por allí delante van Raquel y Gaspi...
...que nos esperan en la primera cima del día, Solpico, la máxima altura de este macizo.
Así que, foto para el patrocinador. El Bar Llamas, la mejor terraza de verano de Salamanca... y qué precios, oiga!
Hacia el oeste aparece la playa de la salve de Laredo, apuntando hacia Santoña, bajo el monte Buciero.
En fin, precioso, peor hay que seguir. Allí está la cima del Candina, así que vamos a crestear hasta allí.
Nada, nada, nos plantamos en un pis-pas.
Gaspi quiere atacar abriendo una nueva vía. Prueba por aquí y por allá y desiste...
...pero el chico es cabezota, así que vuelve a probar, esta vez por la vertiente sur. Aunque Andrés ya se le ha adelantado.
Bueno... esto... lo de antes era un farol, que no era plan de abrirse la crisma. En realidad bordeamos hasta enocntrar la subida normal, por esta crestita. Bonito siito, insisto.
Desde aquí ya se ve mejor por qué a esto le llaman los Ojos del Diablo. Qué miedo, ¿no?
Sigue haciendo calor, llevamos unas cuatro horitas por aquí y sólo hemos bebido un poco de agua, así que vamos para abajo. Cerramos el crículo de la cresta y emprendemos el regreso por el mismo sitio...
Otra vez el sube y baja, menos mal que a veces sopla la brisa...
Cuando llegamos al coche, Andrés y Gaspi están ahí como dos abuelitos en el parque discutiendo sobre cuestiones muy técnicas, no sé qué de si se puede asegurar a un segundo con un reverso sin un reenvío... yo llegué les di la razón a los dos y arranqué el coche. Que se calientan las cervezas...
Así, en el bar de sonabia, con vistas al agujero desde el que nos asomamos, brindamos con unas cervezas con limón. Y devoramos unos cuantos panchitos y patatuelas. Lo gordo lo dejábamos para la cena en un argentino.
Y ahora sí, nos bajamos a la playa a terminar el día relajaditos, no nos vayamos a estresar.
Por cierto, al día siguiente, efectivamente, fuimos a escalar a Ramales, pero a mí se me olvidó la cámara de fotos. Pero bueno, nada especial unos V+ bajo un calor de la pera y más playita. Lo normal para un fin de semana en Cantabria, que para algo es infinita...
3 comentarios:
que bien ver a los nisios por parajes tan chulos. ¡¡A seguir así!!
Los felicito, hermosas aventuras!
Mira, mira... http://aesgalla.blogspot.com/2010/09/17-julio-2010-una-escapada-matinal.html ... Pa habernos pisao compañeros, ja, ja, ja!!!... Como mola el Candina ¿verdad?... Un abrazo esgallero Nisios!!!...
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