miércoles, 14 de septiembre de 2011

Fin de semana en Picos II. Torre de la Pardida (2.582 m) y vuelta.

Viene de aquí.
El espacio que me habían asignado para dormir aquella noche era, en términos volumétricos, adecuado a las dimensiones de mi cuerpo, pero completamente incompatible con su forma antropomorfa y solo conseguí adaptarme a sus características gracias a que mis costillas hicieron hueco a una de las patas de la mesa que me daba cobijo. De ahí que al incorporarme esa mañana mis huesos respondieron con un fuerte chasquido a la decisión de colocar mi colchón bajo el mobiliario del comedor. Pero en unos minutos de trabajo en equipo se ordenaron mesas y sillas, todo quedó dispuesto para el desayuno, el olor a café creó un ambiente de lo más acogedor y nosotros dimos cuenta de todos los alimentos que teníamos a vista, vamos que nos pusimos la botas, en todos los sentidos. Gaspar había estado por aquí en un intento a Torre Cerredo, pero nos indicaron que había bastante nieve y dado que nosotros únicamente teníamos unas zapatillas de trekking como calzado decidimos sugerir al guarda que nos recomendara una ascensión. Pese a que adoptamos la posición de rudos y aguerridos montañeros, nos recomendó una ascensión realmente fácil: la Torre de la Pardida, para después seguir camino del Urriello, recorrido altamente recomendable cuyas vistas son difícilmente mejorables y al que tendremos que volver en invierno. Oscuras nubes se cernían sobre nuestras cabezas, pero no alteraban nuestro ánimo y buen humor y entre chorradas varias partimos.



Después de hacer la foto, se me apagó la cámara indicándome claramente el estado de la batería. Aún así tuvo la delicadeza de permitirme sacar una imagen de Agus es una pose no menos delicada.



Agus tenía otra cámara con poca batería que nos permitió salvar los muebles, que se dice. Así pudimos fotografiar a Gaspar decidiendo si ir hacia el Neverón o al Torre de la Pardida.



Tal y como nos habían recomendado nos dirigimos hacía la Torre de la Pardida, en las primeras rampas Oscar optó por dejar la cumbre para otro día. Mucho tiempo sin salir al monte pasa factura. Quedamos que esperaría un rato y que luego continuaría camino poco a poco. Los demás avivamos el ritmo, subimos al primer cordal para darnos cuenta de que había un Jou detrás, tras un destrepe subsanamos nuestro error. Trazamos nuestra línea y al poco rato ya posaba Agus con el Picu detrás.



Comenzó a llover, pero disfrutábamos de lo lindo por la sencilla arista de la montaña. Finalmente conseguimos llegar a la cima, para alegría nuestra y de nuestro patrocinador oficial. Ahí es nada, con el Naranjo.



Una más…Era la primera cumbre que ascendía Agus en Picos, imaginaros su alegría.



Las vistas desde esta cima son brutales. Anda que no hay montes, distingo a la derecha Peña Vieja y los Picos de Santa Ana a los que subimos un invierno tras dormir bajo la Canalona, ¡qué anochecer tan espectacular aquél!



Otros tantos…



Las nubes que se nos metían no presagiaban nada bueno, eso sí hacían más impresionante la estampa de los Picos Albos.



Torre Cerredo y Peña Santa…en fin…a ver qué digo…



Lógicamente Agus no se quería bajar, ¡qué manera de estrenarse!



Vamos a ver que sale metiendo el zoom… Peña Vieja y los Picos Santa Ana.



Otra de los Picos Albos, al fondo el cielo está azul…igual libramos…



Quien lo desee puede leer en nuestros estatutos que la primera ascensión en un macizo de las características de Picos te obliga a obsequiar con una ronda de cervezas a los compañeros. Esto unido a que Oscar nos esperaba para seguir camino juntos, nos obligó a meter algo de prisa a Agus, que se negaba a abandonar la cumbre. Cinco minutos más decía el hombre…Comenzamos nuestro descenso…





Nos tocó cruzar algún nevero, con la impresionante cara oeste frente a nosotros.



Gaspar traza sus líneas imaginarias…



Nos quedamos con ganas de subir al Neverón, lo teníamos a tiro de piedra…pero vimos que Oscar había continuado camino, y descendimos rápidamente.



Tras pasar la Horcada Arenera, los Picos siguen teniendo sus formas imposibles.



Ahora hacia la Horcada le robo un posado…



Y…con todos ustedes…el Urriellu…



¡Qué lugar!



La cara Oeste en todo su esplendor…



Y ya pocos metros antes de la Brecha de los Cazadores, hay que estar atentos ya que un enorme mojón nos muestra que tenemos que bajar por una estrecha canal, los buenos agarres hacen que no tenga dificultad.



Vemos a Oscar a lo lejos y pronto nos reunimos en alegre muchachada con la brutal silueta del Naranjo al fondo.



Unos minutos y estábamos en el refugio Delgado Úbeda, donde Agus cumplió y en pocos instantes nos ofreció unas Mahous que teniendo en cuenta nuestra ubicación instantáneamente se volvieron inolvidables. Sacamos las viandas para sentirnos una vez más, afortunados.



Ah, todos sabemos que lo bueno dura poco…y esa ocasión no iba a ser la excepción, nos esperaba un largo viaje a Madrid, teníamos que seguir bajando. Eso si volviendo la cabeza de vez en cuando…



La clásica despedida del Narajo…



Los inquilinos de la Majada de la Terenosa salen amigablemente a nuestro encuentro.



En el Refugio de la Terenosa, Gaspar y yo nos separamos de nuestros amigos, ellos tenían un día más y se quedarían tranquilamente por allí haciendo alguna ruta. Luego nos enteramos que se bajaron hasta Bulnes…la idea de un buen plato les venció. Nosotros continuamos camino inspirados por el bucólico entorno.



Por cierto, se me olvidaba…¿Cuál es el origen del vocablo “nisio”? interrogué…“no sé, lo decía Oscar” respondió Agus, “no sé, lo decían estos” contestó Oscar a su vez…Y es así como se forjan las palabras, las usan unos, luego otros y así perduran…lo importante de las palabras es que jamás olvidemos su valor.

4 comentarios:

Cienfuegos Caleyeru dijo...

Magnífico relato en dos partes. Pena que no subierais al Neverón. La cresta entre sus dos cumbres es sencillamente preciosa.
Sobre el origen de la palabra nisio, lo mismo os teneis que ir a preguntar a Pontevedra, donde hay un Bar Nisio o mejor buscar en la obra del joven novelista y escritor manga de origen japonés Nisio Isin, ja, ja.
Un saludo

Borja dijo...

Compruebo, estimado amigo, que el señor Pickwick ha dejado honda en ti. Supongo que eso no es malo.
Por cierto, hoy hace justo un año que subí al Naranjo con el compañero Edu Simal... cómo pasa el tiempo...

Anónimo dijo...

Que gran narración Andresín, Dios mediante en una semana, los ojos de un selecto grupo de nisios fijaran sus miradas en esas preciosas cumbres.

Jorgito

Anónimo dijo...

Pequeños apuntes nisios:
LLegar tarde el primer día estando al lado, provocado por la excesiva ingesta de cerveza.
Planear pernoctar en los refugios y no reservar previamente.
No llevar material para dormir si falla el plan A, (que sin reservar es bastante facil que pase).
Aun te lo preguntas, lo nisio no existia antes de nosotros, el termino parte de nosotros mismos y se proyecta...
Agus