Viene de aquí
Con los ánimos subidos gracias al éxito del día anterior con el Pasochoa (4.200m.), Jorgito y yo nos levantamos a primera hora de la mañana para comenzar el siguiente reto, el Illiniza Norte (5.126m.). Los Illinizas son dos imponentes montañas que se encuentran situadas a 55 kilómetros al suroeste de Quito en el parque nacional que lleva su mismo nombre "Illinizas", en la localidad de Chaupi. El Illiniza norte (5.126m.) y el Illiniza Sur (5.248m.) son dos picos que forman parte del volcán Illiniza, un cráter potencialmente activo pero que lleva descansando ya bastantes años.
El más complicado es el Illiniza Sur ya que tiene una naturaleza glaciar así que como buenos nisios que somos nos decantamos por el Illiniza Norte, que para los próximos días ya íbamos a tener un gran cometido entre nuestras manos, el ascenso al Cotopaxi (5.897m.) y de lo que se trataba en estos momentos era de aclimatar perfectamente.
La ascensión comienza en la localidad de Chaupi, a la cual llegamos, dando algunos tumbos tras sortear varias carreteras cortadas, pero nada de eso puede con el Land Cruiser. Los más sagaces se habrán percatado de que una montaña preside la escena. Es el cerro Corazón (4790m), es lo que tiene el Ecuador, cualquier cuesta de vacas hace jadear al más rudo de los montañeros.
Desde el coche, nuestro objetivo ganaba presencia, el Illiniza norte y también el Illiniza Sur nos esperan. Las mariposas del estomago empiezan notarse, y surgen dudas. Vaya montañón, ¿Cómo responderán nuestras nisias fisionomías a tan magno reto?, ¿Escribiremos una nueva página gloriosa en la historia de The South Face?, ¿tendremos que incorporar el relato a la nutrida sección Al filo de lo impresentable? ...
Para que lo tengáis más claro, este es el Illiniza Norte (5.126m.)
Y este es el Illiniza Sur (5.248m)
En menos que canta un gallo, dejamos la Panamericana a un lado y llegamos a la localidad de Chaupi
Es bastante habitual que la gente que realiza el Illiniza Norte lo haga en dos días y se quede a dormir en el refugio "Los Illinizas" (4.700m.), en estos casos, el punto de partida es Chaupi. Pero para los que acomenten el ascenso en un sólo día como nosotros, el comienzo es siete kilómetros más adelante, concretamente en el parqueadero de "La Virgen", ya que si no, no da tiempo a realizar toda la ruta, así que allí fue donde dejamos el Toyota y comenzamos la caminata.
Qué bonito lugar, qué pequeño placer comenzar el camino así, por un lado los Illinizas...
...y por el otro el Cotopaxi
La ascensión al principio discurre por un sendero bien marcado. La caminata en este punto es muy sencilla y apenas cogemos altura.
Esta vez sin mochila me dirijo con paso ligero al encuentro de las primeras rampas
Qué montaña mas bonita, si le pides a un niño que dibuje una montaña el resultado seguramente se parecería a esto. Como dijo Walter Sobchak: "En su sencillez radica su belleza".
Con los ánimos subidos gracias al éxito del día anterior con el Pasochoa (4.200m.), Jorgito y yo nos levantamos a primera hora de la mañana para comenzar el siguiente reto, el Illiniza Norte (5.126m.). Los Illinizas son dos imponentes montañas que se encuentran situadas a 55 kilómetros al suroeste de Quito en el parque nacional que lleva su mismo nombre "Illinizas", en la localidad de Chaupi. El Illiniza norte (5.126m.) y el Illiniza Sur (5.248m.) son dos picos que forman parte del volcán Illiniza, un cráter potencialmente activo pero que lleva descansando ya bastantes años.
El más complicado es el Illiniza Sur ya que tiene una naturaleza glaciar así que como buenos nisios que somos nos decantamos por el Illiniza Norte, que para los próximos días ya íbamos a tener un gran cometido entre nuestras manos, el ascenso al Cotopaxi (5.897m.) y de lo que se trataba en estos momentos era de aclimatar perfectamente.
La ascensión comienza en la localidad de Chaupi, a la cual llegamos, dando algunos tumbos tras sortear varias carreteras cortadas, pero nada de eso puede con el Land Cruiser. Los más sagaces se habrán percatado de que una montaña preside la escena. Es el cerro Corazón (4790m), es lo que tiene el Ecuador, cualquier cuesta de vacas hace jadear al más rudo de los montañeros.
Desde el coche, nuestro objetivo ganaba presencia, el Illiniza norte y también el Illiniza Sur nos esperan. Las mariposas del estomago empiezan notarse, y surgen dudas. Vaya montañón, ¿Cómo responderán nuestras nisias fisionomías a tan magno reto?, ¿Escribiremos una nueva página gloriosa en la historia de The South Face?, ¿tendremos que incorporar el relato a la nutrida sección Al filo de lo impresentable? ...
Para que lo tengáis más claro, este es el Illiniza Norte (5.126m.)
Y este es el Illiniza Sur (5.248m)
En menos que canta un gallo, dejamos la Panamericana a un lado y llegamos a la localidad de Chaupi
Es bastante habitual que la gente que realiza el Illiniza Norte lo haga en dos días y se quede a dormir en el refugio "Los Illinizas" (4.700m.), en estos casos, el punto de partida es Chaupi. Pero para los que acomenten el ascenso en un sólo día como nosotros, el comienzo es siete kilómetros más adelante, concretamente en el parqueadero de "La Virgen", ya que si no, no da tiempo a realizar toda la ruta, así que allí fue donde dejamos el Toyota y comenzamos la caminata.
Qué bonito lugar, qué pequeño placer comenzar el camino así, por un lado los Illinizas...
...y por el otro el Cotopaxi
La ascensión al principio discurre por un sendero bien marcado. La caminata en este punto es muy sencilla y apenas cogemos altura.
Esta vez sin mochila me dirijo con paso ligero al encuentro de las primeras rampas
Qué montaña mas bonita, si le pides a un niño que dibuje una montaña el resultado seguramente se parecería a esto. Como dijo Walter Sobchak: "En su sencillez radica su belleza".
Abrumados por tanta maravilla, llegamos a una de las zonas más agotadoras del recorrido
Una pendiente muy empinada y larga con terreno arenoso. Muy despacio, pasito a pasito, avanzamos por una loma que parece no tener fin. A Jorgito le viene de perillas detenerse para la foto.
Eso sí, las vistas siguen siendo únicas, infinitas cordilleras azules nos invitan a seguir
Poco a poco vamos ascendiendo y antes de darnos cuenta llegamos al refugio de "Los Illinizas" (4.700m.).
Llevamos dos horas de caminata y nos encontramos más o menos a mitad de camino, así que decidimos descansar un poco, comer una viandita y atender a las explicaciones de Jaime, que nos muestra ayudado por este cartel tan chulo las distintas vias para subir a los dos picos. El nuestro es el que aparece menos nevado, y la línea roja marca el camino que han de seguir nuestros pasos.
El refugio es bastante sencillo pero tiene todo lo necesario: literas, cocina e incluso ¡cervezas!, qué más se puede pedir. Por si fuera poco, está regentado por un hombre muy sencillo y afable que conoce a la perfección la zona y te explica con detalle todo lo que quieras saber.
Tras reponer fuerzas, aprovechamos para equiparnos un poco más (casco, arnés,etc.), lo bueno empieza ahora., la cresta cimera del Illiniza Norte nos espera. Jorgito, Martita y nuestro querido guía Jaime sonríen como colegiales
Ahora sí que comienza lo divertido... desde el refugio cogemos un sendero que va hasta el collado de los dos Illinizas. Hay que ir a ritmo pausado, de momento respondemos bien a la altura, pero nunca se sabe, en cualquier momento puede aparecer el hombre del mazo. Mientras, el refugio se va haciendo pequeñito
En bastante menos tiempo de lo que pensábamos estamos en el collado. Lo siguiente es llegar a la base de esas amenazadoras peñas negras y rodearlas por detrás antes de las trepadas finales
Desde este punto parece que tenemos a tiro de piedra los dos Illinizas, a la izquierda el Illiniza Sur
y a nuestra derecha, el Illiniza Norte, hacia el cual nos dirigimos
Aquí el paisaje cambia por completo, el terreno es volcánico y hay que acompañar los pasos con pequeñas trepadas.
Poco a poco vamos subiendo por el canchal que nos llevará hasta la cresta del Illiniza Norte
¡Por fin llegamos a la cresta!
Al asomarnos, una pequeña sorpresa aguarda, un pequeño lago glaciar que se encuentra escondido entre Los Illinizas. ¡A que dan ganas de bajar a hacerse unos largos!
Jorgito está encantado con tantos paisajes...
...y no es para menos, a medida que ganamos altura, la cima sur nos enseña su vertiente más amable, por esta cara están las vías más asequibles. Y echando la vista mas abajo, cuatro montañeros tienen el mismo plan para hoy que nosotros
En la cresta del Illiniza, tenemos que atravesar algunos pasos complicados para salvar los dientes negros que veíamos antes, siempre hay que rodearlos por la cara norte. Aunque no hay pérdida porque el recorrido está marcado con mojones. Ahora sí que podemos decir que estamos a puntito de conseguir nuestro objetivo. El Cotopaxi, a lo lejos, nos recuerda a qué hemos venido aquí.
Nuestros perseguidores: Dos rumanos, un inglés y su guía ecuatoriano vienen fuerte
Tan cerca, la cumbre impone lo suyo. Pero, la suerte está echada y los nisios avanzamos a buen ritmo. La moral está por las nubes, hollar la cima parece inminente.
Queda claro; El Illinizas Sur es un montañón de tres pares de ...
Una pendiente muy empinada y larga con terreno arenoso. Muy despacio, pasito a pasito, avanzamos por una loma que parece no tener fin. A Jorgito le viene de perillas detenerse para la foto.
Eso sí, las vistas siguen siendo únicas, infinitas cordilleras azules nos invitan a seguir
Poco a poco vamos ascendiendo y antes de darnos cuenta llegamos al refugio de "Los Illinizas" (4.700m.).
Llevamos dos horas de caminata y nos encontramos más o menos a mitad de camino, así que decidimos descansar un poco, comer una viandita y atender a las explicaciones de Jaime, que nos muestra ayudado por este cartel tan chulo las distintas vias para subir a los dos picos. El nuestro es el que aparece menos nevado, y la línea roja marca el camino que han de seguir nuestros pasos.
El refugio es bastante sencillo pero tiene todo lo necesario: literas, cocina e incluso ¡cervezas!, qué más se puede pedir. Por si fuera poco, está regentado por un hombre muy sencillo y afable que conoce a la perfección la zona y te explica con detalle todo lo que quieras saber.
Tras reponer fuerzas, aprovechamos para equiparnos un poco más (casco, arnés,etc.), lo bueno empieza ahora., la cresta cimera del Illiniza Norte nos espera. Jorgito, Martita y nuestro querido guía Jaime sonríen como colegiales
Ahora sí que comienza lo divertido... desde el refugio cogemos un sendero que va hasta el collado de los dos Illinizas. Hay que ir a ritmo pausado, de momento respondemos bien a la altura, pero nunca se sabe, en cualquier momento puede aparecer el hombre del mazo. Mientras, el refugio se va haciendo pequeñito
En bastante menos tiempo de lo que pensábamos estamos en el collado. Lo siguiente es llegar a la base de esas amenazadoras peñas negras y rodearlas por detrás antes de las trepadas finales
Desde este punto parece que tenemos a tiro de piedra los dos Illinizas, a la izquierda el Illiniza Sur
y a nuestra derecha, el Illiniza Norte, hacia el cual nos dirigimos
Aquí el paisaje cambia por completo, el terreno es volcánico y hay que acompañar los pasos con pequeñas trepadas.
Poco a poco vamos subiendo por el canchal que nos llevará hasta la cresta del Illiniza Norte
¡Por fin llegamos a la cresta!
Al asomarnos, una pequeña sorpresa aguarda, un pequeño lago glaciar que se encuentra escondido entre Los Illinizas. ¡A que dan ganas de bajar a hacerse unos largos!
Jorgito está encantado con tantos paisajes...
...y no es para menos, a medida que ganamos altura, la cima sur nos enseña su vertiente más amable, por esta cara están las vías más asequibles. Y echando la vista mas abajo, cuatro montañeros tienen el mismo plan para hoy que nosotros
En la cresta del Illiniza, tenemos que atravesar algunos pasos complicados para salvar los dientes negros que veíamos antes, siempre hay que rodearlos por la cara norte. Aunque no hay pérdida porque el recorrido está marcado con mojones. Ahora sí que podemos decir que estamos a puntito de conseguir nuestro objetivo. El Cotopaxi, a lo lejos, nos recuerda a qué hemos venido aquí.
Nuestros perseguidores: Dos rumanos, un inglés y su guía ecuatoriano vienen fuerte
Tan cerca, la cumbre impone lo suyo. Pero, la suerte está echada y los nisios avanzamos a buen ritmo. La moral está por las nubes, hollar la cima parece inminente.
Queda claro; El Illinizas Sur es un montañón de tres pares de ...
En este punto nuestro guía Jaime decide que es el momento de encordarse. No parece tener mayor complicación, pero está claro que este no es lugar para nisiadas
A partir de ahora vamos a tener que ir trepando y realizando pequeños pasos de escalada con un "hermoso" patio todo el tiempo, así que lo mejor es asegurar
ahí va otra del Cotopaxi, nuestra próxima cita
Continuamos trepando hacia la cima, hay que echar las manos, pero ya nada puede detenernos
y en los últimos metros nos encontramos con nieve
¡Objetivo conseguido! Después de unas cuatro horas y media de ruta llegamos a la cruz del Illiniza Norte (5.126 m.)
Foto nisia de la cumbre
Unas fotos de las super vistas que tenemos miremos por donde miremos. Por un lado este mar de nubes...
y por el otro... ¡Ta chán! El Chimborazo que con sus 6.384m merece los titulos de punto más alto de ecuador y punto mas alejado del centro de la tierra y por ende más cercano al sol. Desde su cima Otto Lindenbrock y sus compinches tendrían que echar un par de horas más de camino en su viaje al centro de la tierra.
La cima gemela, el Illiniza Sur
Y antes de bajar aprovechamos para coger fuerzas como Dios manda, mientras tanto el otro grupo llega a la cima, siete personas cabemos sentadicos aquí de milagro. Tras unas charlas y unas risas comenzamos el regreso
El descenso al principio se hace por el mismo tramo. Jaime posando como un nisio más
Enseguida dejamos atrás la zona de rocas y trepadas
Y después en lugar de bajar por la parte del refugio descendemos por la otra cara de la montaña, por un inmenso arenal con una pendiente de vértigo
Tal y como estáis pensando, esto es un auténtico rompepiernas, sí o sí, hay que ir rápido por la gran pendiente y con cuidado para no apoyar el culo, que si no toca pagar las cañas. Explicamos a Jaime esta gran norma nisia no escrita e intentamos introducirle en los principales axiomas de la filosofía The South Face
Este arenal es un tramo divertido pero hay que reconocer que también tiene un gran peligro. Desde arriba viene el temido alarido ¡¡¡Piieeeeedraaaa!!!, en un segundo nos giramos y vemos bajar como una exhalación, rodando y dando botes, una piedra del tamaño de un meloncito. Suficiente para abrir la cabeza y dejar seco a un Troll de las cavernas. Pasó muy muy cerca pero libramos.
Cuando nos queremos dar cuenta ya hemos bajado todo el arenal, por esa loma gris subimos hace unas horas. ¿Recordáis la pendiente agotadora?
Lo que nos queda es un camino muy sencillo y lleno de colorido, después del paisaje volcánico de la cima del Illiniza se agradecen las zonas con vegetación
Y también los tramos medio llanos, que tanta pendiente revienta las piernas. Mientras, la conversación se vuelve más animada
Nos encontramos con el camino que cogimos para subir y continuamos rumbo al parqueadero de La Virgen con la emoción de haber realizado una excelente caminata, sumado un cincomil a nuestra pequeña trayectoria y respondido bien a la altura. Entre chascarrillos y otras chanzas, adentramos a Jaime en el proceloso mundo de lo nisio. Jaime escucha con atención, pero no será hasta dentro de dos días cuando una gañanada como no hay dos, le haga comprender en toda su dimensión la naturaleza nisia. Bueno, en realidad es una gañanada que su protagonista ya tenía en el curriculum. Pero... esa historieta la contaremos en su momento
Al llegar al coche contemplamos una vez más el hermoso paisaje que nos rodea, a que apetece echarse una siestita.
Y nos apresuramos hasta Chaupi para tomar las consabidas cervezas, que en esta ocasión son más que merecidas. Aquí no hay Mahou pero hay Pilsener, la preferida de los ecuatorianos. Además, generalmente los botellines son de dos tercios. Sin pestañear abrazamos este pequeño ritual de lo habitual. ¡Salud y rocanrol!
3 comentarios:
Joder con los Nisios !!!!.....no paráis de viajar.
A un Nisio que conozco, y que se ha metido ahora mucho en el mundo de la cocina, seguro que le habréis dado mucha envidia con esa actividad.
Enhorabuena por esa pedazo de ruta.
Un saludote
El Nisio soy yo,he estado hoy por Sejos aclimatando,vosotros jugáis otra liga.Felicidades por el viaje y por asomaros a esas grandes montañas.El sponsor funciona,enhorabuena.
Martita, Jorge, estamos impacientes por leer la ascensión al Cotopaxi, no nos hagáis sufrir mucho con la espera.
Un abrazo.
Fernando.
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