lunes, 8 de octubre de 2007

Paseo por el valle de Tosande

Después de tres grandes gestas montañeras, este fin de semana tocaba una salida relajadita. Además, algunos cometieron ciertos excesos el sábado por la noche y lo más indicado era dar un paseo tranquilo para ver cómo va entrando el otoño por los bosques.
El escenario elegido para la ocasión fue el valle de Tosande, en la Montaña Palentina, que no supone más de un hora de camino, sin apenas desnivel y francamente muy bonito. Ideal para el estado físico y mental de algunos y también para que nos acompañaran nuestras contrarias, aunque Cristina, otra vez de guardia se lo perdió. Así, entre Raquel y yo, Salvia y Quique, y Andrés y su circunstancia conformamos una fantástica muchachada que pasada ya la una dejamos el coche en el aparcamiento y empezamos a andar.
Tras bajar por la pista, no tardamos en llegar al bosque, sobre todo de robles, que aún estaba bastante verde. Entre la maleza, algunos helechos empiezan ya a amarillear.
No tardamos más que una hora en llegar al punto en el que el valle se ensancha en esta bonita pradera. Las chicas impusieron un ritmo infernal durante toda la jornada y seguíamos sus pasos a duras penas. Los árboles de la ladera orientada hacia el norte ya empezaban a sacar los colores del otoño.
Un ratito más y ya llegamos a esa cabaña...
...donde sacamos la tortilla de patatas y la empanada al más puro estilo dominguero y comimos tranquilamente hasta que se habló de tomar un café. Pues nada, que nos dimos la vuelta y nos acercamos al Parador de Cervera de Pisuerga, a hacer la sobremesa en su terraza con las esplendidas vistas de la montaña de fondo.
Aquí, Andrés con pose de pastor al emprender el regreso.
Y así se nos fue el día, que no todo va a ser pegarse pateadas de diez horas y hollar cimas míticas, hombre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta el valle

Anónimo dijo...

rehtyjuyjyuj

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo

Anónimo dijo...

Así me gusta, que hagáis cosas de personitas normales, sin perderos y sin tener que descolgaros como jamones por una pared. Y además compartiendo el tiempo con vuestras chicas, ahí, ahí. Nosotros teníamos cosas importates que hacer (una cenita...) así que nada, que lo sigáis pasando bien ustedes vosotros y hasta la vuelta. Besos