En el año 1999 un grupo de montañeros de Castilla y León intentó subir al Everest, dos años después la misma expedición con algunas variaciones, lo consiguió. Este libro cuenta aquellas dos expediciones desde el punto de vista de su autor y está ilustrado con buenas fotografías en color.
El libro comienza explicando el porqué de esta expedición al Everest, denominada Samuel Rubio, en honor a un "maestro, montañero y poeta" leonés cuyo hijo Jaime fue el alma mater de todo el proyecto.
Después cuenta los preparativos que va jalonando con abundante información sobre la montaña: sus diversos nombres, su historia... los equipos de oxígeno, cómo se conforma el equipo humano, la búsqueda de patrocinadores, más historia...
Hasta que llegan a Nepal, país del que nos cuenta su historia, algo de su demografía y con una gran capacidad descriptiva, la ciudad de Katmandú jalonada con una interesante introducción al budismo.
El trekking hasta el campo base también se adorna con explicaciones sobre la fauna y la flora o sobre la historia del pueblo sherpa al pasar por Namche Bazar.
Ya instalados en el campo base, donde están solos, hay que decir que fueron en el postmonzón, empieza lo que de verdad buscan los montañeros, la acción. Preparar la cascada del Khumbu, ir equipando campos de altura, ir aclimatando. Lo mejor de todo es que lo cuenta como el montañero, experimentado, por supuesto, que se enfrenta a una gran montaña, a la más grande de todas, con sus miedos, sus dudas, su ilusión... muy sencillo y muy cercano.
Para no perderse es la anécdota del grupo de una revista italiana de moda que llegó al campo base con fotógrafos, maquilladores, vestuario y dos modelos suecas, rubias ellas, que hicieron pensar a los montañeros que estaban soñando. El propio Tente acaba de recordar en su blog la anécdota y ha puesto fotos y todo, si quieres verlo pincha aquí.
Finalmente, el mal tiempo les impidió hacer cumbre, pero les proporcionó una valiosa experiencia para su regreso dos años más tarde.
En 2001, en el premonzón, con mejor tiempo, más expediciones y más experiencia, tres de los montañeros: Martín Ramos, Pedro Rodríguez y Tente Lagunilla, lograron la cumbre. Fueron además, los primeros de la temporada que lo consiguieron, abriendo huella y colocando cuerda fija. Capítulo aparte merece, la narración del autor de su intento fallido a la cima con edema cerebral incluido, muy enriquecedor para cualquiera que quiera acercarse algún día a la montaña más alta del mundo.
Recomendado: Para cualquier montañero que quiera conocer la experiencia de una expedición normal, nada que ver con "Al filos..." y cosas así. La narración es acertada y transmite muy bien las sensaciones de aquella aventura, eso sí a veces abusa de la información adicional que ofrece. Para el que quiera aprender de Nepal, el budismo, el genocidio tibetano..., perfecto; el que ya lo conozca y busque sólo el aspecto montañero obviando el cultural, sólo tiene que saltárselo.
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