jueves, 17 de abril de 2008

Buscando hielo por la Sierra de Béjar

A uno no le gusta que le hagan cantares (aún se comenta el plantón que le di al amigo Borja el fin de semana anterior, aludí al garrafón como excusa pero no coló ya que precisamente él sabe que en esa bebida estoy especializado), por eso el domingo pese a haber llegado a las 2 de la mañana a casa después de nuestro garbeo por tierras sanabresas no me quedó más remedio que hacer uso del despertador para cumplir con mi cita de las 6:30 con Ander. El plan era buscar hielo o nieve por la sierra de Béjar. Aún tenía el sabor del homenaje que nos pegamos la noche anterior en San Martín de Castañeda, merecido y obligado para que Picni no se llevara una impresión errónea de nuestros hábitos montañeros.
Al llegar a Candelario (no recuerdo la hora ya que cuando llevo reloj no lo miro y cuando me acuerdo de mirar descubro que no llevo reloj) la temperatura era de 9 grados, superando en 4 grados la perfecta cantidad que contiene una Mahou. No eran muchas nuestras esperanzas de encontrar hielo, por ello Ander propuso que hiciéramos el corredor de los hermanitos. “No, ése se lo debo a Borja” contesté con el épico tono del que sabe que tiene una deuda que va a saldar. Así, en una sierra pelada de nieve, comenzó nuestra búsqueda. Yo utilicé la clásica técnica de poner cara de perro apaleado para que Ander no impusiera uno de sus clásicos ritmos y me llevara correteando entre las escobas. Eso, a su vez, permitió que Ander pudiera contemplar plácidamente el paisaje mientras caminaba y así pudiera divisar un posible tramo de hielo…
Evidentemente, allí se veía mejor... lo marcaré para los faltos de imaginación.
Hacia allí dirigimos nuestros pasos entre un mar de escobas. Cuenta la leyenda que un sendero atraviesa el frondoso tramo. Historia que parece cierta como comprobamos al volver, por supuesto, en aquellos trozos en los que no nos perdimos…Esta imagen la saqué volviendo y la coloco aquí para mantener la continuidad del argumento y porque no tengo ninguna de la ida ya que las escobas eran bastante más altas que yo y me agarraban con fuerza. Me permito esa libertad del artista…
Al final, después de la lucha llegamos y pudimos contemplar un hielo que no transmitía mucha confianza…

Aún así, Ander con decisión no tardó un minuto en equiparse y lanzarse a disfrutar de los últimos hielos de la temporada. Pero nosotros somos “The South Face”, alguna nisiada teníamos que hacer. Fueron varias, a saber:Yo llevaba un piolet tracción de Borja y otro largo cuyo filo ya estaba romo el año en que los Beatles sacaron su maravilloso “Rubber Soul”. Los otros piolets los tenía Quique, que en eso momentos se encontraba en lugar cuya máxima aproximación al hielo ocurría al pedir unos Gintonics. Ander llevaba botas de trecking con crampones de cintas, pero vamos eso no era problema…es lo que tiene ir sobrado…Por otro lado, al ver el panorama decidimos llevar una cuerda fina…Total que entre “subo en doble”, “bájame un piolet”, “sube la mochila” y “bájame de aquí!!!” dejamos el escalón que parecía uno de esos cuadros que se hacían en el colegio en clases manuales…
El asunto es que abajo el hielo no estaba mal, pero arriba, era fino, fino. Ander subía elegantemente mientras caían cascotes de hielo que me impidieron fotografiar tan estética progresión. Montó una reunión y bajó ya que habíamos dejado la mochilas abajo pensando en que no se podía salir por arriba.Yo sí quedé fotografiado
Con la cuerda por arriba, como bien reza uno de los carteles de nuestra nueva campaña.
En la parte superior, el hielo era bastante fino y se rompía con tocarlo.
Subir por ahí en esas condiciones era mucho nivel para mí… "No intentes clavar, apoya solamente", me decía mientras el hielo se desmoronaba. Al final, aseguré a Ander que subía como si la gravedad no tuviera nada que ver con él.

Aguantará??…
A él sí…
Yo daba gracias al casco. La parte superior de la cascada se cayó, pero Ander ya estaba felizmente en la cima. Yo, ante ese panorama, preferí salir del hielo y, por la izquierda, aprovechar unos corredores de nieve para juntarme con mi compañero. Después le tocó recuperar algunos tornillos.

Poca nieve en la sierra…como todo el año…Yo empezaba a tener prisa ya que tenía un compromiso familiar. Así bajamos alegremente después de disfrutar del último hielo de la temporada. Al fondo los Hermanitos cuyo corredor central nos espera para la próxima…


3 comentarios:

Borja dijo...

Ya pensaba que no nos lo ibas a contar, compañero.
A ver qué hacemos este fin de semana, que dan muy malo, muy malo...

ldiegoes dijo...

Está wapo esto de que compartáis blog... jajajajajaja

Muy muy bueno.

Diego dijo...

Hola Chavalotes !!

Joer, hielo a estas alturas que weno.

Un saludo, Diego.