lunes, 15 de diciembre de 2008

Parque Natural de Ponga 2. Por el bosque de Tanda

No sé si os acordáis de cómo estaba el paisaje cuando el día anterior hicimos la ruta de la Foz de la Escalada. Bueno, pues estaba así: ése es el pueblo de Taranes con sus prados verdecitos...
Photobucket
...pues a la mañana siguiente, al asomarme por la ventana desde la casa rural donde dormimos, en Tanda, a sólo un par de kilómetros de Taranes, me lo encontré así. A la izquierda se ve la Foz de la Escalada por donde habíamos estado haciendo el nisio el día anterior.
Photobucket
Eran las 9,00h y no hacía demasiado malo, pero pronto empezó a nevar. Mirando por la ventana, nos debatíamos entre la vagancia, la contemplación y el espíritu The South Face que nos empujaba a sacar algunas horas de actividad. Al final nos costó, sobre todo a Jorgito, y pasadas las 11,30h habíamos conseguido desayunar algo, equiparnos y empezar a andar. Lo hicimos por un camino que salía al lado de la casa rural subiendo hacia los prados, como dice esta canción gracias a mi traducción macarrónica: Por cierto, también es de Canned Heat, nuestros fieles compañeros durante este fin de semana.
Photobucket
Jorgito, que se estuvo una horita perreando en el catre, ahora iba con más ganas que nadie y tiraba hacia arriba por el caminín...
Photobucket
...mientras Andrés y yo nos dedicábamos a sacar fotos. Ésta es de Andrés...
Photobucket
...y esta es mía. Por cierto, que por otro de esos misterios de la tecnología digital, ahora la cámara de fotos sí funcionaba.
Photobucket
Otra de Andrés. Es que el paisaje estaba precioso y no podíamos parar...
Photobucket
La verdad es que el paisaje estaba de foto, como en ésta de Andrés...
Photobucket
...la pena es que las nubes cada vez bajaban más y nos dejaban ver menos...
Photobucket
Siguiendo el camino entre cercados, se acercaron a saludarnos unos amiguitos de Beltri. Lo siento, compañero, pero no somos el amo que viene a traerte comida...
Photobucket
La nieve seguía cayendo pero no hacía frío y con las botas de plástico, ¡vaya diferencia con el día anterior! Los pies calentitos...
Photobucket
En un momento dado, nos encontramos una valla que Jorgito cruzó como pudo.
Photobucket
Habrá que instruirle en la técnica del rodillo ventral Düffler para franquear cercados...

Ahora, bajo la capa de nieve ya no había un camino empedrado, sino un barrizal mezclado con excrementos bovinos que dio un bonito aliciente a la excursión porque si te caías te ibas a la mierda. Literalmente.
Photobucket
Para variar, caminábamos sin rumbo. Nos limitábamos a seguir el sendero que intuíamos a ver a dónde nos conducía. Unas veces, por un claro en el bosque...
Photobucket
...otras por el camino entre los árboles...
Photobucket
...que, con el peso de la nieve en las ramas de las hayas, nos obligaron a utilizar la técnica Düffler del gateo para poder seguir adelante...
Photobucket

...luego se abría otra vez...
Photobucket

Jorgito iba casi siempre el primero...

Photobucket
...y yo casi siempre el último.

Photobucket
Mientras, Andrés se dedicaba a expresar toda la sensibilidad que lleva dentro a la menor oportunidad que le daba el camino.
Photobucket
Las raquetas las llevamos de lastre y de paseo en la mochila porque al caminar casi siempre por bosque más o menos cerrado y estar a una cota relativamente baja: 600-700m tampoco había mucho espesor. Eso sí, seguía nevando...
Photobucket
...copiosamente.
Photobucket
Parecía que llegábamos a un gran claro en el bosque...
Photobucket
...hacía un ratito que habíamos perdido el camino, eran las 13,30h, cada vez nevaba más y el valle que remontábamos llegaba a su fin.
Photobucket
Ya me queda poco para llegar a donde está Jorgito...

Photobucket

En lo que llega Andrés comentamos la jugada...
Photobucket
...y raro en nosotros, nos paramos a reflexionar bajo la nieve... Photobucket

...podemos seguir pateando todo el rato que queramos, en eso no hay problema, pero ¿y si el problema está en sacar el coche del pueblo por la nieve? Mejor nos volvemos.

¡Ala! Vamos para abajo.

Photobucket
Desandamos nuestras huellas a buen ritmo para intentar llegar antes de que la nevada pudiera dejarnos aislados allí. Sin embargo, en nuestros corazones albergábamos una remota esperanza, como cuando de pequeños, mientras merendábamos pan con chocolate viendo Barrio Sésamo, empezaba a nevar y esa noche nos dormíamos soñando que al día siguiente no habría clase...
Photobucket
...bueno, pues por poco. Tras un par de maniobras nisias con el coche que a punto estuvieron de dejarnos encallados en mitad del pueblo, conseguimos ponerle las cadenas y con mucho cuidadín marchamos para casa.
Photobucket
Eso sí, con una buena mojadura encima y conduciendo con cuidadito que la cosa empezaba a ponerse mal.
Photobucket
Eso sí paramos a comer. Lo hicimos en Sellaño, un sitio así de bonito que retrató Andrés.
Photobucket
Llega ahora el apartado dedicado a los amantes de las francachelas post montem, con un recuerdo especial para Mikel, montañero y gastrónomo a partes iguales. Entramos por casualidad en Casa Ricardo, luego me di cuenta de que era el sitio que me había recomendado Cipri, el asturiano de pro del bar donde me tomo el café de media mañana. Bueno pues pasadas las cuatro de la tarde preguntamos si todavía nos daban de comer. Con gran amabilidad nos dijeron que sin problema y tras obsequiarnos con un plato de queso mientras tomábamos una cerveza, nos sentamos a la mesa. De primero se nos ofrecía paella, pote asturianu o fabada. A la vista está lo que escogimos. Yo me metí tres platos de fabada... y sin red.
Photobucket
A eso de las cinco empezó el partido Athletic-Sporting, que pusieron en la tele por una cadena árabe, Al-Jazheera, creo. Era divertido escuchar como decían Susaeta o Manolo Preciado en árabe, aunque más divertido fue el inaudito 3-0 que cayó. Aquí, mientras Andrés posa como un top model, Jorgito se me distrae con una ocasión rojiblanca. En la mesa, cabritu, lomo de cerdo y jabalí. Sí, sí, como Obelix nos pusimos.
Photobucket
De postre, el arroz con leche me hizo saltar lágrimas de placer y emoción.
Photobucket
Y... ¿a cuánto dirán ustedes que ascendió la factura de la pitanza con el vino de la casa, las cervezas del principio y los cafés incluidos? Pues 38€ a poco más de 13€ por barba, dado que éramos tres barbudos. En fin, que aquí os dejo el teléfono porque, por lo visto, conviene reservar: 985 843 253. Si los paisajes que os hemos enseñado no os convencen, tal vez ésta casa de comidas sea una mejor excusa para acercarse a conocer este paraíso que es el Parque Natural de Ponga. ¡Puxa Asturies!

4 comentarios:

jefoce dijo...

Brutal!! Como ves, las fotos de la comilona dan más audiencia que las de la montaña, así que somos unos montañeros de palo!! Oye qué bien os lo pasáis en la nieve, ya me gustaría a mí. Pásalo bien en Londres y feliz año (urte berri on en euskera o, como digo yo, urte barrigón:-)

Borja dijo...

Brutal la fabada y el jabalí....
y urte barrigón para tí también, compañero!

Anónimo dijo...

Amigo Borja, gracias por visitar mi blog ya que así también me has dado a conocer el tuyo... jejeje... me gusta a mí también el "rollo" montañero que lleváis... sobre todo el tema "post montem" con esas fabadas y esos postres mmmmmhhhhhh

Muchas gracias por ponerme un enlace... lo menos que puedo hacer yo es lo mismo. Un saludo desde el sur.

José Antonio.

Javi dijo...

Zorionak, bonito blog.
vergüenza me da ser asturiano y no haberme dejado caer por ahí nunca. La visita a ese bar va a ser obligada con esas viandas que sacais...

Un saludo y las fotos preciosas ;)