miércoles, 10 de junio de 2009

Fuentidueña y Ulaca. Contactos con la roca.

Es evidente que dentro de las grandes dudas de la humanidad no se encuentra la explicación a mi manifiesta inutilidad en el mundo de la escalada. Newton con una simple ecuación resolvió un problema a todas luces, evidente. Yo de naturaleza moderada no suelo infringir ninguna ley y mucho menos las de la física, por eso cuando me llaman para enfrentarme a una lisa pared los resultados suelen ser un tanto deprimentes. Pero mis amigos no comparten estas sensaciones y utilizan la roca como escenario para dar rienda suelta a sus gráciles posturas. Una operación en la pierna me sirvió como excusa para escaquearme unas veces y pasarme buena parte del tiempo colgado de una cuerda, otras. Estas fotos corresponden a dos salidas distintas, la primera Fuentidueña en Segovia, justo antes de operarme, la segunda Ulaca en Ávila en pleno periodo de convalecencia. La escuela de Fuentidueña es pequeña, de roca poco consistente, pero situada en bonito paraje y con muchas posibilidades, cerca tenemos el famoso río Duratón y por si fuera poco el pueblo es rico en monumentos, y sobre todo en buen vino y excelente cordero.



Nosotros superamos la tentación gastronómica y nos pusimos rápidamente con lo que nos había llevado hasta allí, la roca.



Ese día nos habíamos levantado con ganas, pero el tiempo amenazaba lluvia y decidimos acercarnos a este lugar mucho más cercano. Aquí Cris comienza la vía con las ruinas del castillo sobre ella.



El día aguantó y como dirían los expertos, “sacamos unas horas de actividad”.



La vía permite a Cris estirarse y quedar así de fotogénica



La camiseta de The South Face estaba en juego. Había que esforzarse de lo lindo.



La cosa se complica y las indicaciones de Quique son bien recibidas.



Aquí le vemos en pleno esfuerzo solventando un paso bastante más serio.



Con la cuerda por encima, como dios manda, me lancé con ganas. Tantas que hacía dudar sobre mi objetivo. Unos pensaban que intentaba subir, mientras que otros que me dedicaba a arrancar rocas de la pared.



Una vez allí coincidimos con amigos de Valladolid, que en la foto salen así de bien.



Y Javi en plena acción sale mejor.



También Quique se esfuerza en conseguir el efecto ventosa.



Jorge somete al castillo a un fuerte asedio.



En algunos momentos puede haber overbooking en la pared.



Las vías son bajas y rápidamente llegas a la reunión.



Jorge saliendo airoso de un paso que le obliga a meter cadera.



Total que pasamos el día entretenidos. Yo para terminar la jornada como no podía ponerle color de otra forma lo hice con un chaleco rojo.



Unos días después con una vena menos y una ligera cojera, me integré en el equipo de The South Face enviado a Ulaca. Una hermosa zona muy cerquita de Ávila y famosa por su castro celta. Pese a no poder mover demasiado la pierna, pude sacar unas fotos y darme un paseo por el castro. El monte estaba así de bonito.



Éramos un nutrido grupo, al fondo los picos Zapateros.



Después de varios días de agua, el sol calienta la pared. A pie de vía se preparan, mientras yo paseo y veo pistas y caminos. Tiene muy buena pinta para la BTT, pronto pasaré por aquí con la sección ciclista.



Gaspar comienza, aquí el grado no lo regalan.



Yo busco la perspectiva buena. Siempre con los pies en el suelo, como me ensañaron de pequeño.



La vía, que podría se un V, era bastante larga, con la risa que da la adherencia.



Cris, que le va pillando el truco a esto de trepar, avanza con rapidez.



Pronto está en las alturas.



Y nos dedica un contraluz en la bajada.



Jorgito no estaba por la labor de dejarse los dedos en el granito, pero a Marta no le importa.



Poco a poco va avanzando, yo la verdad no veo dónde agarrarse.



A Cris no le pareció suficiente y aprovechando que tenía la cuerda decidió probar un cercano diedro sin equipar.



Después de asegurar a Gaspar, llegaría el momento esperado.



Una vez leídos y aceptados los estatutos, Gaspar ejerce de padrino y procede a la entrega de la camiseta. No hay vuelta atrás, ya forma parte de selecto grupo de elegidos.



Al día siguiente nos acercamos al castro, así aprovechaba para ver como respondía mi maltrecha pierna. Una vez recibida la camiseta a Cris sólo le hacía falta subir al trono, y lo hizo.



Las viviendas, el altar de sacrificio, la muralla, la sauna, etc hacen de este castro un lugar bastante interesante para visitar. Además la cercanía de los picos de Zapateros, le dan aliciente a la excursión.



No, no le ajusten el color de sus monitores…yo, maltrecho…salgo en blanco y negro.



Después del agradable paseo la bajada fue rápida, nos esperaba la mesa puesta. Al fondo la muralla que protege el castro.

2 comentarios:

Borja dijo...

Si es que esto de la escalada es muy duro compañero... Eso de sufrir ahí colgado como un chorizo...
En fin, hay por ahí un par de grandes fotos, sí señor!
Por cierto, los fans te siguen reclamando!!!

Unknown dijo...

Seríais tan amables de facilitar un croquis de la zona? Muchísimas gracias!