martes, 13 de abril de 2010

Cómo llegar tarde en una ruta "corta". Canchal del Turmal 2.315 m

Después de entretenernos leyendo las pirenaicas aventuras de Borja y las nuevas aspirantes a entrar nuestro selecto y nisio equipo, toca recordar ahora las, y permitidme que utilice un lenguaje técnico, “horas de actividad” que disfrutaron otros miembros de este distinguido team por otros lugares de nuestra agreste geografía. Diversos compromisos pusieron límite a nuestra hora de llegada, por tanto elegimos un destino cercano y una ruta, relativamente corta. La ascensión al Canchal del Turmal desde Solana de Ávila, así aprovechábamos para poner un Link al libro de Borja ya que forma parte de una de sus rutas, la que sube al Torreón. Así tempranito, no reunimos Marta, Gaspar y yo, Mr Churches, el que escribe. No pocas voces avisaron a Marta de que, teniendo que estar prontito en Salamanca, no era buena idea salir al monte con Gaspar y conmigo, que al final la liamos…y acertaron. Así después de desayunar varias veces, al final conseguimos salir para ver la sierra con este aspecto.



Aquí aparezco pilotando la Bala del Pirineo, un vehículo de características tales, que si no es tratado con tiento puede alcanzar velocidades tan absurdas que por momentos puede introducirte en bucles espacio temporales.



Si hubiera mirado el reloj os podría informar de la hora en la que comenzamos a caminar allí, en la Central del Chorro, por el camino que sale a la izquierda de ésta a unos 1380 metros de altitud. Al no hacerlo sólo os puedo decir que no era pronto y que Gaspar no paraba de decir que la Laguna de Duque, lugar al que nos dirigíamos, era uno de sus lugares predilectos. Mucho tiempo ha pasado escalando sus paredes, por eso caminaba con esta facilidad por el tubo.



Muchas veces ha subido a la laguna, pero siempre por la senda que se dirige a la presa, nunca tomó el camino que hacia la izquierda, sube al collado de Cirilluelo (según creo que se llama). En la bifurcación un buen letrero nos indica los tiempos, aunque se tarda más por el collado, nuestra dirección es esa, hacia la cuerda.



En pocos minutos nos encontramos en el collado.



El día es caluroso y la vista de la Laguna del Duque nos recuerda algún que otro baño en sus frías aguas.



Y aquí Marta y la laguna.



Había que seguir subiendo, hacía la cuerda, llamada de los Asperones.



Cuando no hay nieve este tramo puede complicarse entre escobas, piedras y demás. Nosotros avanzábamos sin demasiados problemas, la nieve sin estar dura no nos ponía las cosas difíciles.



Y así, a media ladera, disfrutábamos del día soleado.



Y por fin, al fondo divisábamos plenamente nuestro objetivo. El Canchal del Turmal, a sus 2.315 metros subí hace ya un montón de años. Igual hay fotos, en algún cajón…hay que joderse, que viejo se va haciendo uno, esperemos que me reivindiquen como a los vinilos…



El viento, en algunas zonas, había retirado la capa reciente, dejando aflorar la nieve dura. Marta se puso los crampones, había zonas en las que sus botas blandas no agarraban demasiado.



Paradita y charleta poco antes de comenzar la última pala. Y por dar más datos la portilla de Galindo al fondo.



Marta con el Risco de la Campana al fondo.



La cumbre cada vez más cerca.



Me adelanto para retratar a mis compañeros con las espectaculares vistas de la sierra de Barco, incluso si me apuras el Circo de Gredos al fondo.



En algunas zonas observamos el paquetón de nieve que ha caído por estos lugares.



Ahora Gaspar me inmortaliza, para que se vea que yo estuve allí.



Gaspar observa el resto de la Cuerda de los Asperones, con la Potilla de Talamanca y Alto de Talamanca, la zona más delicada si queremos continuar hasta el Torreón y así realizar la ruta que Borja describe en su libro. Nos quedamos con ganas, pero no tenemos tiempo.



Gaspar en la cumbre, se levanta un poco de viento.




Y la correspondiente foto de cima. Como no hay pañuelo del Bar Llamas, no cuenta en el palmarés.



Pues nada tendremos que volver y completar toda la ruta.



Al fondo un grupito va llegando al Torreón. Son esos puntitos, si.



Hasta aquí, todo bien, estamos en hora y decidimos bajar. Parece que esta vez no la vamos a liar, llegaremos a tiempo a nuestros compromisos.



Pero en nuestro interior, se va gestando una maldad. A mi se me ocurre bajar hacia Hoyo Malillo, es decir hacia la izquierda, continuar por arroyo Malillo hasta la laguna. Nunca he estado por allí y siempre he tenido curiosidad por ver como se encajona el arroyo. Dicho y hecho. Buscamos una canal para bajar y además Gaspar aprovecha para recordar sus tiempos de guía allá en la Argentina y le da unas nociones básicas a Marta sobre el uso de los piolets y los crampones en laderas de inclinación moderada. Si sigue así en breve pasará de nivel y podrá entrar en el sofisticado mundo de las técnicas Duffler.



Y ahora bajan comentando la jugada.



En pocos minutos ya estábamos en medio de Hoya Malillo. En algunas zonas, todavía brillaba el hielo.



Y yo en un alarde de conocimiento del medio, comenté que se llegaba en nada a la laguna. La paradita y el obligado aperitivo. Me equivoqué.



Comenzamos la bajada, algunos hitos sobresalían de la nieve indicándonos el camino correcto. Aún quedaban restos de formaciones de hielo, tendremos que explorar la zona el próximo invierno.



Poco a poco nos vamos encajonando entre paredes cubiertas de hielo.



Al no conocer la bajada, se me ocurrió que igual había un salto que nos impidiera bajar.



Pero había bastante nieve y no era complicado. A la derecha se observa una buena pared tapizada de hielo. Igual eso se forma bien en temporada.



El paquetón de nieve caído era importante en algunas zonas. Parece una grieta de un glaciar…



Había restos de hielo por todas partes, Gaspar analiza sus posibilidades.



Un murete nos obliga a bajar con la nieve por la cintura. La verdad es que el sitio es muy guapo.



Sin más complicaciones vamos bajando. Eso sí mirando de reojo los bloques de hielo de las paredes. Viendo los trozos que había en el camino…igual un casco no hubiera estado de más…



Los entendidos me dirán, pero creo que en esta zona, el arroyo se llama Galindo. Lo que hace escribir estas cosas con un mapa en la mano…Si es así, pues así pintaba el Galindo al volver la vista atrás.



La nieve, en esta zona, estaba muy blanda, eso ralentizó nuestro avance. El arroyo entre la nieve no nos dejaba cruzarlo con facilidad. Los minutos pasaban.





A estas alturas, Marta ya se había dado cuenta que no llegábamos a tiempo ni de coña.



Y mira que nos había avisado durante todo el día, pero que le vamos hacer, había que tomárselo a risa, porque sino…Bajamos por el camino del tubo, hay que ir con cuidado, a veces con el hielo y la nieve está delicado.



Ya habíamos rebasado de sobra la hora a la que pensábamos estar en Salamanca, el compromiso era una cena…y claro, se pude cenar con pantalón de Gore-tex y oliendo a choto ¿no?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

- Pantalon de Gore-tex: 165 €
- Gasolina hasta la montaña: 25€
- Que te sirvan centollo y solomillo (no pagaba yo esa cena) en un restaurante pijo, llevando las botas y el gore-tex, oliendo a choto y bajo la atenta mirada de los pijocomensales: NO TIENE PRECIO

Para todo lo demás,
Extrem Nisio Team

Borja dijo...

Gran relato, Mr.Churches, gran relato. Como nos tiene usted acostumbrados, por supuesto.
Por cierto, lo de olvidarse el pañuelo del Llamas es imperdonable.
Mírate los estatutos fundacionales de The South Face Extreme Nisio Team, anda...
Por cierto que lo de Marta van siendo ya palabras mayores, que estampa con esos dos piolos. A ver si le doy ya la camiseta, aunque sea de la talla "L", que se la tiene más que ganada.

Keducc dijo...

Por algo es el Nisio Team, si señor. Es que con esas vistas de la preciosa Sierra de Béjar cualquiera se vuelve para atrás.

Un saludo!!!

Anónimo dijo...

Bonito sitio. El domingo en Peñalara la nieve sopa y romería por todas partes. ¿Fuistéis desde Madrid Andrés?. Si todavía sigues por esta "encantadora" ciudad me apuntaba a una de estas. Soy Carlos el que iba contigo al gimnasio de Tetuán (qué mal suena esto).
Ah, y a ver si metéis una ascensión al Jálama.
Saludos.

Martita dijo...

Esa es mi Martita! Por cierto Borja, menos mal que ya has puesto a Marta entre los miembros!!!!
Y la otra cuestión es... para cuando las camisetas tamaño CHICA??