Parece que después de las provechosas vacaciones de Semana Santa en Pirineos, a Raquel le ha vuelto a entrar el gusanillo de la montaña. El sábado nos tocaba currar así que organizamos la excursión para el domingo. Como mi hermana Lucía y su Luisete venían de Oviedo, nos citamos más o menos a mitad de camino, en Unquera. La idea era echarle un tiento a la Pica de Peñamellera, la espectacular montaña que siempre nos sorprende y nos emboba cuando remontamos el Cares hacia Arenas de Cabrales. Es un pequeño Cervino.
A pesar de la niebla que había por el camino, aquí el cielo estaba azul, aunque había una luz un tanto espesa... a ver con nu poco de zoom... Ahí está. No me digáis que no es preciosa.
Aunque todas las guías consultadas comienzan la ascensión desde el pueblo de Bores, nosotros decidimos hacerlo desde la misma carretera que va junto al río Cares. Como indica en esta buena reseña. Más desnivel, sí, pero así nos ganábamos la fabada que ya habíamos reservado en La Molinuca, el restaurante junto al que dejamos el coche. Antes de partir tuvimos, tuve, un pequeño percance: había dejado el móvil sobre el techo del coche mientras pillaba el satélite para la aplicación de GPS, pasó un camión a toda pastilla y lo hizo volar. Se me rompió, así que no sólo no habrá track de esta ruta, sino que tendré que mirar a ver cómo me hago con otro aparato... en fin, gajes del oficio. Todavái con medio cabreo en el cuerpo, nos disopnemos a cruzar el puente colgante sobre el Cares que le da aliciente a la excursión...
...la verdad es que se tambalea un poco...
...ya en el otro lado seguimos el sentido de la corriente y caminamos a la sombra, mejor, que parece que hoy va a hacer sol.
Tras franquear sin problemas unas cercas para el ganado remontamos esta verde pradera hasta una pista...
...hasta que llegamos a las primeras casas del barrio de La Serna. Sobre las casas se yergue la Pica. Yo no dejo de mirar el lugar donde se sitúa una trepada reseñada como de II, un poco expuesta. Seguro que no es nada, pero es la primera vez que mi hermana viene al monte, así que, por si acaso, he metido en la mochila una cuerda y unos cacharros.
La pista se hace cómoda a pesar de que siempre asciende...
...me paro a hacer una foto a este diente de león...
...y así en agradable charla llegamos al pueblo de Bores.
Lo atravesamos y seguimos la pista hasta tomar el desvío por aquí. Unos jóvenes nos habían adelantado en coche y les había visto caminar hacia arriba. Así que, en lugar de seguir la pista hasta el collado, la abandonamos aquí.
Así, pronto abandonamos la pista y buscamos unas trazas de senda que nos llevan junto a las paredes sobre las que sobrevuelan los buitres.
Abajo va quedando el caserío de Bores.
Luis lleva buen ritmo y busca la mejor forma de ir ganando altura en diagonal hacia La Jorcadura, el collado donde empieza la trepada. Yo me quedo cerrando el grupo y haciendo fotos.
Caminar por estas llambrias se hace incómodo a veces, pero bueno, tampoco vamos muy deprisa. De hecho, empiezo a dudar de que se cumplan las previsiones que había hecho y llamo al restaurante para avisar de que llegaremos más tarde de lo previsto, que era estar abajo a las dos y media.
Llegados a La Jorcadura, se presenta una trepada con buenos agarres. Como más vale prevenir que curar, le coloco un arnés a mi hermana, la ato y empiezo a tirar ahacia arriba con Raquel. Resulta que son sólo tres metros, luego aparece una senda que serpentea. Llego a un árbol y, con unas cintas, monto una reunión. Lucía no tarda en aparecer con Luis de Guardaespaldas. Le pregunto y me dice que sin problemas, así que decidimos dejar aquí la cuerda, que, efectivamente tampoco era para tanto. Si hasta sonríe y todo.
La verdad es que la subida no tiene ninguna complicación, pero la caída impresiona. Sin embargo, poco a poco, vamos subiendo...
...de hecho, Raquel ha metido la directa y no la vuelvo a ver hasta que no está cerca de la cima. Aparece, una vez finalizada la cresta, en mitad del redondeado acceso a la cumbre. ¿No la veis?...
Sí, hombre, ahí, de azul...
Ahí está, con la típica postura de brazos en jarras que se pone en las cumbres. Ha subido como una campeona
En lo que llegan Luis y Lucía, me dedico a tirar de zoom para fotografiar los Picos de Europa, pero la luz no era buena, ya digo. Ahí está el Picu. Sin palabras.
Después grabo un pequeño vídeo, que no he podido subir, y nos hacemos la foto para el patrocinador oficicial de todas nuestras expediciones. El Bar Llamas, en cuya terraza las cervezas saben más ricas que en la mismísima fábrica de Mahou.
El descenso lo hacemos piano, piano, pero no tardamos en llegar a las praderas que esta vez decidimos atravesar para bajar más rápido y más cómodo. Son ya las tres y media y me toca hacer la segunda llamada al restaurante y, muy amables, me dicen que no hay problema, que nos esperan. Un detalle.
Por la pista andámos más cómodos y retomamos las agradables conversaciones. También nos admiramos de la belleza de la Pica de Peñamellera y nos asombramos del lugar por el que hemos subido.
Así, por fin, poco antes de las cinco llegamos de nuevo al coche. Nos cambiamos las botas y cruzamos la carretera para ir a comer.
Primero brindamos con unas cervezas por la cima conseguida...
...y después nos metemos una fabada entre pecho y espalda...
...seguida de un poco de cabrito. Todo excelente, una vez más cuando me acordé de hacerle la foto al flan, en el plato ya sólo quedaba la cucharilla...
Y a falta de GPS, aquí dejo un pequeño croquis de la ascensión. En rojo la subida y en azul la bajada. Bonita montaña y bonita ascensión. Sí señor. Por cierto, gracias a Patricia por dejarnos la guía y, Lucía, te debo una camiseta de The Soth Face Extrenme Nisio Team, que te la has ganado.
7 comentarios:
Redios: Lucía en la montaña, que saga en la élite del alpinismo español
Muy chulo el pico! ver para creer Lucía! enhorabuena!
Bonita ruta..............y de la fabada y cabrito ya ni ten cuento.
Un saludo y a seguir pasándolo bien.
Gabi
Bonita cumbre, mejor compañia y excelente final.
¡¡¡Enhorabuena!!!!
Borja, que bien acompañado te veo ultimamente figura, jeje. Tu si que sabes.
A veeeeeer. Que con tanto posteo en el blog se me amontona el trabajo y esta es una que no quiero dejar pasar. Que muy guapa la ruta. Que no te imaginas las ganas que tengo de subirlo, que la tengo en la carpeta de pendientes (bueno, pendientes, collares, y demás abalorios) desde ya hace demasiado y que me has metido más ganas de hacerla. Oye y ese trepe llegando arriba se ve chulo, chulo.
Un saludo
Muy chula sí señor y, como hacemos últimamente, con final gastronómico...
Cienfuegos, yo pensaba que este pìco ya lo habrías subido tú dos docenas de veces... mecagüen, hay que ponerle remedio a eso.
Por cierto, que tienes a mi cuñado Luisete, enamorado de tu blog, ruta que publicas, ruta que se apunta.
Borja, pues no señor. Esta en el libro de "las 100 montañas más guapas de Asturias" y de ahí no me quedan muchas, pero esta es una de ellas. Si es que siempre habrá más montes que tiempo, ja, ja. Y dile a tu cuñaaaaao que vale que se mire las rutas, pero luego que se las revise bien con mapas, ortofotos, GPS y lo que haga falta que no me quiero yo hacer responsable de lo que pueda pasar y lo más normal es que yo en mis pateos la acabe cagando en algún sitio, ja, ja. Si es que todos llevamos dentro un nisio, ja, ja.
Un saludo
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