Esto fue lo que nos sucedió el día en el que se disputaba el que para muchos iba a ser el partido del año, o del siglo si me apuras y eso solamente contando intervalos temporales; del planeta o la galaxia si contamos también los espaciales. El Madrid y el Barcelona se jugaban la liga, vamos como siempre, y Marta había organizado en su casa el visionado del encuentro, con tortillas, cervezas y esas cosas, por tanto una vez más teníamos que jugar con el reloj para satisfacer nuestras necesidades montañeras y a la vez ser puntuales con nuestros compromisos. La expedición, esta vez, la componíamos las dos Martitas, Gaspar y yo. Jorgito, el pobre tenía que currar, un sábado… debería ser también pecado ¿no? Nos decidimos por el puerto de Vegarada, así, aunque fuera en coche pasaríamos por el valle del Curueño, que tanto me gusta y veríamos el Bodón y desayunaríamos en el bar de Tolibia de Abajo, en el que se encontraba exactamente la misma gente que un par de años antes, cuando a Quique y a mí el azar nos llevó hasta su puerta. Ya lo hemos convertido en el habitual de la zona.
Desde que la lluvia se puso en contacto con los circuitos de mi vieja Kodak, las imágenes sólo se fijan en mi retina o en alguna cámara prestada. Ese día investigaríamos las posibilidades del teléfono móvil. Y es que ahora estos artefactos te dan mucho juego, tienen muchas posibilidades, aparte de sus funciones lógicas, puedes escuchar música, sacar fotos, utilizarlos como grabadora… incluso vibran!!!! Total que las fotos están hechas con móviles, el mío y el de Marta…Pero pasemos a las fotos.
Aquí las Martas y Gaspar, a 1.550 metros en el mismísimo puerto de Vegarada al principio de la ruta que nos llevaría a la cima del Pico Faro 2.112 m, del pico Huevo 2.156 m y del pico de la Quemada 2.048 m.
La ruta no tiene pérdida, ya que desde el principio se ven los montes que subiremos, así a la derecha el Pico Faro, detrás asomándose por el Collado de los Vientos, el Huevo y a la izquierda, la culminación de ese murete de caliza el pico de la Quemada. Un momento de contemplación.
Y hala para arriba…Con Quique, un par de años antes, recorrí estos montes, había menos nieve entonces y a nadie vimos. Pero esta vez unos esquiadores habían elegido el lugar para realizar los últimos descensos de la temporada. Es el futuro, parece decir Gaspar.
En varias ocasiones los esquiadores nos comentaron la pésima calidad de la nieve. Pero Gaspar empírico como pocos tenía que comprobarlo en su propio cuerpo y lo hizo, lo hizo hasta la cintura y casi los sobacos. Ahora sí, ya podía comentar el estado del manto con propiedad…
Al acercarnos, ya podíamos ver con claridad la zona en la que se encuentran encajados los corredores del pico Faro. Como dije, hace años Quique y yo nos los encontramos sin nieve, ahora daba la impresión de que en algunos puntos la nieve podía estar dura. Si no íbamos para allá no lo sabríamos, nos decidimos y dividimos el grupo, las Martas irían por el collado de la derecha y nosotros buscaríamos algo por los corredores.
Y ahí se nos ve, como dos puntitos. La nieve no estaba tan mala como abajo y al llegar a la roca nos pusimos los crampones. Ellas también se los tuvieron que poner, el final del collado estaba bastante pindio.
Las primeras rampas son suaves y las subimos con los bastones. Pero al llegar a las rocas, encontramos hilillos de hielo y nos lanzamos a la aventura. Había uno evidente que nos obligaría a destrepar después por la roca. Gaspar heredero y máximo exponente de las técnicas Düffler, se lanza al dry-toolingnismo…
Pese a recrearse con movimientos dignos de un Cercopithecus Nictitans, desiste finalmente demostrando así que las cámaras de los teléfonos móviles también permiten hacer el fantasma. No va a poder ser…
Pero ahora sí, se lanza con energía por una estrecha canal por la que una lengua de hielo aguanta la llegada de la primavera.
Lástima, pero sólo eran unos pocos metros, eso sí, estaban estupendos. Desde arriba me saca unas fotos.
Básicamente me hace un book.
En algunos puntos se ponía bastante vertical y con hielo bueno.
Poco a poco la canal se va ensanchando y la inclinación disminuye.
La cosa se pone más sencilla, pero nos vamos dando cuenta de que eso nos lleva a un muro.
Al final el hielo y la nieve terminan de golpe, dejándonos en medio la nada. Haciendo una pequeña travesía un tanto delicada por roca y nieve, nos pasamos a uno de los corredores que llegan prácticamente a la cima.
Pese a que la nieve no estaba mal, escaseaba, en algunos puntos afloraba la roca y lo que es peor, la hierba.
En seguida aparece la salida, la verdad es que se hace cortito, pero bueno…
Prácticamente a la par las Martitas y nosotros llegamos a la cima del Pico Faro, y como es propio en estos casos cada uno cuenta la historia según le fue. Nosotros seguramente exageraríamos un poco por eso de impresionar.
Y ahí voy llegando yo también…
Y foto cimera…sin pañuelo del bar Llamas, que no se entere nadie….2.112 metros un número redondo…
Mar de cumbres desde la cima. En primer plano nuestro último objetivo de la jornada, el pico de la Quemada y al fondo de la imagen, los Picos de Europa, que últimamente tenemos algo abandonados.
Al otro lado Marta y Gaspar con el collado por el que subieron ellas al fondo. Según nos contaron los últimos metros que tenían bastante inclinación, les obligaron a utilizar crampones. Y una pareja que llegó después nos lo confirmó.
Aquí un servidor, observando la salida de los corredores. Son fáciles, aunque he leído en caso de mucha nieve y frío, uno se puede complicar lo que quiera. Incluso se forma alguna cascada.
Aquí vemos la huella del camino elegido por las Martas para llegar a la cumbre.
Y aquí un detalle de la salida de los corredores vistos, evidentemente, desde arriba. En el Collado de los Vientos, un esquiador se prepara para descender.
Dejamos a la pareja que había llegado a la cumbre que disfrutara de ella en soledad y nos lanzamos a la siguiente, el Huevo de Vegarada, que con sus 2.156 m es la cumbre más alta de la zona.
En unos minutos, cima. A Quique y a mí, la otra vez, se nos olvidó subir…i nmersos en una interesantísima conversación, cuando nos dimos cuenta, estábamos bajando…Tampoco hay pañuelo para esta cima, pero aquí me encuentro bendito entre todas las mujeres.
Y otra vez para abajo.
Como la otra vez, dejamos el Collado de los Vientos a la izquierda y seguimos pegados al muro. Ahora la nieve estaba bastante blanda, Marta nos abría una leve huella, ya que ella es veloz e ingrávida como un elfo…
La ruta bordea el murallón de caliza dejándolo a la izquierda, hasta llegar bajo un pequeño collado, remontaremos hasta llegar a él. En la parte superior, la nieve desaparece, haciendo más sencillo el camino. Marta reposa disfrutando del paisaje.
Y los últimos metros hacia la cima del pico de la Quemada…
Marta llegando a la cima, con una buena imagen del recorrido realizado…Pico Faro al fondo, Huevo a la izquierda y cresta que también bordeamos por la izquierda, según se ve.
Y llegando a la cima.
Ahora soy yo el que fotografío a Gaspar, que durante todo el día ha hecho de fotógrafo con mi móvil, supongo que también habrá aprovechado para hacer unas llamaditas a los viejos amigos que pasan sus días en el extranjero… ya lo veré en la factura.
Y el grupo en pleno y en la cima.
El toque fashion…
Seguiríamos por aquí subiendo y bajando, pero va siendo hora de pensar en volver, hay cosas importantes que hacer… unas tortillas…
Esta vez llegamos a tiempo, y vimos el partido, y la tortilla estaba estupenda y la empanada también, y las cervezas, y… Al final ganó el Barcelona y por lo mismo perdió el Madrid, a mí si soy sincero me daba igual, ya había disfrutado de un espléndido día por el monte.
8 comentarios:
Qué buena actividad. Cuánto juego da Vegarada y qué bien se lo pasa uno!!
Un saludo y enhorabuena.
Triunfando en Vegarada compañeros!!!... Enhorabuena por el día y por los móviles, que menudas fotos sacan los jodíos!!!... Un Abrazo Esgallero!!!
Mira que nunca me has llevado por esa zona...
Vegarada nunca defrauda. Puedes encontrarte la peor nieve que después hay unas canales de miedo.
Bonita entrada
Muy buena elección.
Un saludo
Pero que poeta estás hecho Mister Churchies!!!! me encantó esta salida, fue un día más que completo!!! y me ha encantado recordarlo con tu literatura!
Ole!!, pedazo paseo por Vegarada, con lo que me gusta a mi esa zona. Esa Puerta del Faro, acojonanate, y las vistas desde las Peñas y desde el Güevu, puff!. Preciosa la subida alternativa por ese corredor. Todavía estuve este verano recoriendo esa zona y menudos recuerdos de corredurias montañeras por ahí de chavalete con los amigos y de los pedales que por la noche nos cogiamos en el mesón del puerto tambien, claro.
Un saludo
Bonito paseo por Vegarada, es un lugar increible que siempre te sorprende con nuevos puntos de vista.
Oye, hacéis esquí de travesía? Vegarada es un sitio perfecto. Por allí nos encontraremos seguro.
Enhorabuena por tu blog, divertido y estupendas fotos. Me identifico totalmente con eso de "la cara sur está reservada para torpes como nosotros"..:)
Un saludo
Que bueno, llevare a un novato a darle un poco, buena info ;)
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