Tercer día en el magnífico Valle de Baztán y tercera excursión. Esta vez echamos mano de la guía "A través de la montaña. Nafarroa", de los amigos Íñigo Muñoyerro y Fernando J.Pérez. Además, en Zugarramurdi había comprado los Cuadernos Pirenaicos de Baztán y así ya teníamapa y todo. Eso sí, en francés, pero bueno, así practico. El caso es que, tras mirar muchas posibilidades alumbrados por la claridad de juicio que concede un gin tonic bien preparado, escogimos la ascensión al Saioa. Si ayer llovía, hoy la niebla estaba completamente metida en el valle. Mejor, así subimos al puerto y dejamos la nube abajo: más bonito. Pero al llegar al puerto de Artesiaga, desde el que se inicia la ascensión, comprobamos que la nube estaba justo depositada encima de nuestro objetivo del día. Nisia suerte la nuestra.
En fin, por lo menos sí habíamos acertado e lo de dejar la niebla abajo. A nuestros pies, Baztán seguía sumido en la bruma.
Como tampoco teníamos otra cosa que hacer y las previsiones eran buenas, qué remedio, nos pusimos a caminar por la pista hacia el collado de Sagardegi...
...hacía buena temperatura, aunque algo de viento, mientras ganábamos altura cómodamente por la aburrida pista. Al menos, las vistas hacia Eugi eran bonitas.
No tardamos en llegar a la zona del hayedo, que le da un poco de color a la marcha...
...aunque pronto, siguiendo una estaca con las marcas de GR-12, tomamos un sendero...
...que nos deja en el collado en un periquete. Nada, algo más de media hora hemos tardado.
Aquí el viento es más fuerte y como la cima del Saioa sigue ocupada por la nube...
...decidimos remontar la pendiente hacia la izquierda en busca de una cumbre que sí está despejada: el Zuriain. La ladera herbosa no da tregua...
...y tras un primer esfuerzo, Raquel se detiene a descansar y a contemplar como, una vez más se cumple la Ley de Murphy: el Saioa está ahora totalmente limpio.
En fin, sigamos, que ya hemos ganado altura. Aquí el viento sopla más fuerte, pero ya vemos la cumbre al fondo.
Caminar por estos pastos sería una delicia si no fuera por el detalle de que está tapizado de conguitos. Las ovejas campan por aquí felices y no les importa comerse una hierba recubierta de su propia mierda. Anda, mira, la nube vuelve al Saioa.
En otro pis pas nos plantamos en la cumbre. Ahí llega Raquel...
...justo a tiempo para la foto. Cima del Zuriain (1.408m) Hasta aquí hemos tardado una horita y cuarto.
A la vez que nosotros llega otro mendizle, que dicen por aquí, intercambiamos unas palabrs y nos despedimos deseándonos buen día, que por lo general los montañeros somos gente educada y que sabe guardar las formas. Venga para abajo...
...que parece que ahora no vamos a tener excusa para arrearnos a las piernas esa cuestecita...
...venga que sólo son 170 metros de desnivel...
...unos guapos caballitos me obligan a parar en mi desaforada ascensión para hacer esta bonita foto...
...pero nada, nada, sólo un par de segundos, que esta cuestecita me viene muy bien para entrenarme para el próximo reto himaláyico de The South Face Extreme Nisio Team.
Al ganar el cordal, unos metros antes de la cumbre, me paro a esperar a Raquel y tiro de zoom hacia el este para pillar los verdaderos Pirineos. Si alguien logra identificar esas cumbres tendrá toda mi admiración.
Al suroeste aparece lo que supongo será la Sierra de Andia y el Beriain, si eso, que lo confirme alguien más ducho que yo en esto de identificar cumbres desde la distancia.
En estas estoy, cuando llega Raquel y, como en el cuento de la liebre y la tortuga, me rebasa y se dirige hacia la cima sin contemplaciones...
...es más, cuando le quedan unos cincuenta metros, la tía se pone a correr, que digo a correr, a esprintar!! Cada día entiendo menos a las mujeres. Hace no mucho no le gustaba subir a las montañas y ahora las corona corriendo. Cosas veredes, amigo Sancho...
El caso es que ahí estamos, sentados en el vértice geodésico del Saioa (1.419m) con la sonrisa tonta en la cara y un pequeño agujero en el estómago.
Así que comemos algo, nos deleitamos con las vistas, allí está el Zuriain...
...y contemplamos una bella escena que nos confirma la sensación que nos acompaña estos días: qué bien se está aquí... mucho mejor cuando nos acordamos de los compañeros que estarán currando... ¡ay! cuánta mala leche...
Venga, vamos otra vez por abajo. Bajaremos por el otro lado, que ya que estamos nos vamos a acercar también al Eurtegi, una cima menor pero que completa el triplete.
Arriba dejamos a este simpático potro...
...y nos encontramos con estos extraños animales. Debe de tratarse de los míticos corderos azules... pero yo pensaba que sólo se daban en remotos valles del Himalaya...
...chorradas aparte, abajo, la niebla a levantado, el viento se ha llevado las nubes y, ahora sí, por fin teneoms unas inmejorables vistas del Valle de Baztán...
...que nos hacen más agradable el descenso hacia ese colladito, previo a la ascensión al Eurtegi, esa loma que tenemos delante.
Y como tenemos tiempo de sobra y la ocasión lo merece, no paro de hacer fotos a un lado y a otro. Pero qué bien me posa el ganado equino, no como el ovino que es bastante más desagradecido para estos menesteres.
Guardo la cámara un ratito y me subo el montecito por la parte más pindia. Corto pero intenso. Ahí llega también Raquel, que ha dado un rodeo para evitar la pendiente más dura...
...y tercera cima del día, Eurtegi (1.194m) con el collado de Sagardegi y el Saioa detrás.
Abajo vemos ya el puerto de Artesiaga, donde dejamos el coche...
...bajamos directamente, siguiendo los puestos de caza y en cuatro horas completamos esta bonita circular...
...la celebración, para no perder las buenas costumbres, transcurrió cerveza en mano, pero sólo hasta el momento en que llegaron los bocadillos de tortilla con chistorra. Una delicia. Por cierto, que, como no podía ser de otra manera, la "pitanza post montem" tuvo lugar en el Bar Saioa de Elizondo. Todavía están en la carretera las huellas del frenazo que dimos al ver el nombre del garito.
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