Pico de las Nieves (778m) Paseo sabatino vespertino en libre integral

El pasado fin de semana estuvo de visita mi hermano Jorgito. Como ilustres miembros fundadores de The South Face Extreme Nisio Team, no podíamos dejar pasar la oportunidad de ascender una montaña. Había varios planes, pero finalmente, debido a diversas circunstancias que no viene al caso relatar aquí tuvimos que conformanos con juna escapada vespertina sabatina. Así que el sábado por la tarde, tras consultar la guía "A través de la Montaña" dedicada a Cantabria de Fernando J.Pérez e Íñigo Muñoyerro que éste último me regaló recientemente, muchas gracias de nuevo, nos fuimos a subir el Pico de las Nieves. Un tranquilo paseo acorde con nuestro siempre lamentable estado de forma y con el tiempo de que disponíamos.
No tardamos en llegar al punto de partida. La verdad es que las indicaciones del libro son perfectas. Arrancamos por ese camino según la indicación de un cartelito que pone que a la cima se tardan 30 minutos... perfecto lo justo para ganarse la cerveza de después...

Ahí va Jorgito

Pronto encontramos marcas de PR que nos guían por el mejor camino justo encima del pinar...

...y por debajo del lapiaz...

El cielo lleva todo el fin de semana así de gris, pero casi mejor, que así no pasamos calor. Ganamos altura con rapidez y vemos a nuestras espaldas el final del valle del río Asón antes de convertirse en ría al llegar a Santoña.

No tardamos en ver la ermita de la Virgen de las Nieves. Por lo visto el día 5 hay romería y las gentes de lugar suben hasta aquí a lo que se hace en las romerías: comer, beber y echar un baile.

Ya falta menos para el collado...

...vaya, parece que se lo tienen bien montado, con sus mesas de madera para celebrar francachelas y todo...

Cuando estamos estudiando la mejor manera de atacar la cumbre, aparecen unos biciclistas que vana a iniciar el descenso del tramo que nosotros acabamos de subir.

Hacie el oeste, las nubes tapan la cumbre del Pico san Vicente, sobre Ramales de la Victoria, en una imagen bastante alpina.

Bueno, basta de perder el tiempo y vamos allá. Jorgito lanza el grito cosaco y... Saporostiiiiii...

...nos ponemos a ello, eso sí siendo fieles a nuestra filosofía montañera evitamos utilizar ayudas artificales como esas escaleras...

Vamos que ya no queda nada. Abajo vemos la explanada de cemento donde suponemos se pondrán carpas y tenderetes el día de la romería.

Un último esfuerzo y ya tenemos a tiro el vértice geodésico de la cima.

Antes echamos un vistazo al entorno de la ermita...

...entonamos unos himnos rockeros a las puertas del templo...

...y junto a la inevitable cruz que hay por la cima, Jorgito encuentra el buzón con diversas tarjetas y también lo que parece ser una urna con cenizas que alguien ha depositado aquí. Recordamos la mítica escena del final de la peli "El Gran Lebowski" y repetimos de memoria algunas de sus míticas escenas...

Tras este ataque de friquismo, seguimos la vuelta. Vemos el pantano de El Juncal...


...la playa de Oriñón...

...el monte Candina, donde estuvimos hace casi un año...

...la ría del Asón y las marismas de Santoña...

...con el monte Buciero, también de grato recuerdo...

...y para terminar nos hacemos la foto oficial para validar la cumbre. Una más en nuestro ya extenso currículum montañero. Qué grandes somos.

En fin, tras deleitarnos con las vistas un rato y echarle un ojo al reloj, decidimos emprender el descenso...

Al llegar a la campa del toril, que así se llama la pradera del collado, vemos unas marcas de GR y decidimos seguirlas. Primero parecen rodear la mole caliza que hay frente al pico del que bajamos, pero luego resulta ser la ruta de ascenso.

Así que en un periquete nos plantamos en su cima. Un lapiaz  por el que hay que caminar con atención. Barajamos la idea de buscar un descenso directo al coche por el otro lado, pero al final desistimos. ¿Estaremos dejando de ser nisios?

Desde la cima de lo que creo que es el Castro Lucía (649m) se ve muy bien el Pico de las Nieves...

...nos perdemos un rato por el laberinto karstico que es la parte cimera y nos bajamos para el coche...

...no sin antes inmortalizar el momento en el que el sol se refleja en el mar por detrás de las nubes y recorta así la silueta de Peña Cabarga.

Gran forma de acabar la jornada, sí señor. La ruta no tiene pérdida y es extremadamente fácil, pero si alguien quiere descargarse el track, sólo tierne que pinchar aquí. De paso, también dejo el mapa de Wikiloc.