Total, que en algo menos de una hora nos asomamos aquí y pudimos ver las cumbres de Fuentes Carrionas, con Peña Prieta a la izquierda y el Cubil del Can continuando el cordal.
También nos asomamos al recoleto valle de Naranco...
En esas que, tras pasar la Portilla de las Yeguas, Andrés, que es un observador nato se fijó en una canal nevada que ascendía allí enfrente. Se le pusieron los ojos como platos y aunque no llegó a babear, sugirió: "podríamos hacernos esa canal..."
Así que, al llegar a la collada de Robadoiro, nos calzamos las botas de plástico y dirigimos nuestros pasos hacia la canal que ascendía en vertical y luego giraba un poco a la derecha. La nieve estaba blanda, normal para ser las tres de la tarde, pero la canal estaba muy bien orientadita al Norte y guardábamos esperanzas de que allí estuviera más durita.
La cara Norte de Peña Prieta nos hipnotizaba... "Es algo así como un Eiger en pequeño", me dijo Andrés. Juzguen ustedes mismos.
...y en poco más de media hora estábamos llegando. Sí que tenía ganas Andrés, sí. Iba abriendo huella como una máquina.
Para afrontar la canal, nos pusimos los crampones y para allá que nos fuimos.
Pronto vimos que la nieve estaba en perfectas condiciones y nos dispusimos a disfrutar...
Andrés tiraba de primero sabedor de que ese trasero trabajado a base de mover el esqueleto en las discotecas más exclusivas es uno de sus lados buenos...
No me acordé de mirar el tiempo que tardamos en hacer la canal, pero sí eché un ojo al altímetro y serían algo más de cien metros con 40º de inclinación, un poquito más en algunos tramos. Facilita pero con un poco de ambiente para alegrarnos un día que había empezado de aquella manera.
Al llegar arriba, también Andrés me inmortalizó a mí, pero él, en cambio, me sacó uno de mis peores ángulos: éste en el que se ve como la alopecia avanza inexorablemente hacia una victoria segura. La canal desde aquí, parece algo y todo.
Aun a riesgo de ser pesado, voy a poner otro vídeo de la salida de la canal. Es que nos lo pasamos tan bien...
La verdad es que el espectáculo era impresionante mientras caminábamos por el cordal de regreso a la arista por la que va la ruta normal hacia Tres Provincias y que habíamos abandonado, acertadamente, para hacer nuestra canal. Por cierto, que ignoramos si tiene nombre, así que si alguien quiere instruirnos, es libre de hacerlo. Quedaremos agradecidos.
Para volver al cordal había un pequeño paso, sin peligro, pero muy alpino...
Andrés me inmortalizó a mí en plena faena para superar este tramo de nieve... ...con una pequeña cornisa que franqueamos sin problemas, es más, Andrés lo hizo con esta cara de felicidad.
Y como todavía eran las 18,30h, decidimos acercarnos hasta Tres Provincias, cuya piramidal cima podíamos ver al final de este cresterío que, si en su cara Norte tiene este fiero aspecto...
...obsérvese lo redondito de sus formas y la casi total ausencia de nieve en la ladera orientada hacia el Sur y, de paso, obsérvese el paisaje que nuestros ojos contemplaban. Extasiaditos íbamos.
Pasamos junto a las Agujas de Cardaño...
...con la Norte del Espigüete al fondo...
...hasta que llegamos a la cima de Tres Provincias, de 2.499 metros, y punto en el que convergen las fronteras de Cantabria, León y Palencia. De ahí su nombre.
Nos quedamos con las ganas de acercarnos de una carrerita hasta Peña Prieta, aunque sólo fuera para ascender su cima Sur, conocida como Peña del Infierno, que con 2.536 metros es la más alta de Palencia, la principal queda íntegramente en Cantabria. Ya la hemos subido, pero fue antes de que nos diera la tontería de hacer Los techos de España y no tenemos foto, y como No foto=No cima...
Y aquí empezó la orgía fotográfica de Andrés. No paraba el tío. Aquí, miraba hacia el Sur, al valle de Cardaño con el Espigüete al fondo.
Con una sonrisa bobalicona en la cara emprendimos el regreso a buen ritmo. Por lo menos hasta que Andrés me comunicó que se le había reproducido una vieja lesión en la planta del pie. Esto nos obligó a ir un poco más despacio. Pero no nos importaba, así podíamos recrearnos más en estas vistas...
...o en éstas
Estaba atardeciendo y miraras hacia donde miraras las últimas luces del día daban al paisaje un aspecto impresionante.
Ya en Robadoiro y otra vez con las botas de treking puestas, Andrés echó un último vistazo a la canal...
...luego otro hacia la mágica atmósfera que nos invadía al otro lado... ...justo antes de que el final de la jornada nos deparara un nuevo regalo. Es lo que tiene salir tarde... A veces, ser nisio también tiene sus ventajas...
7 comentarios:
Chapeau!
Me encanta leerte desgraciau...
Bienvenido al club de los calvos, que al igual que la muete, no escapa nadie.
Vaya, es cierto que al final no perdiste el puente del todo... Y también tuviste canal... El vicioooo, q malo eeeeesssss, jejje!!!
Mu wenas afotos apañeros !!!
Eso del culete de Andrés curtido en las discotecas ha estado mu cachondo, je je je.
La verdad es que queda mazo de nieve aún por allí, quien lo diría con el calor que está haciendo.
Un saludo patós !!
Diego (el que perdió las botas en Gredos...)
Muy bonito, si señor... Como me gustan esas montañas.
Espero que al final haya un indulto para ellas.
Hola fratello, vuelvo a colocarte una banderita nueva. Es que no paro. Preciosa excursión, y yo aquí echando tripa.
Un abrazo, comed bien y no paséis frío
Hola fratello:
Pensaba que la que estaba echando tripa era guendi...
Yo no pierdo la esperanza de recuperarte para la causa y a ver si este verano nos vamos a los Alpes y, aunque sea, hacemos una excursión.
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