Hacía ya tiempo que quería hacer esta ruta, la de los Siete Picos. Así que, aprovechando que el lunes, día 15, era fiesta en Cantabria, el domingo por la mañana, después de una bonita etapa ciclista el sábado, Mr.Churches y un servidor nos cogimos el coche dirección Navacerrada. Por el camino, Andrés llamó a uno de los amiguetes que se había echado en Pakistán. Sí, se ha pasado el mes de agosto en el Karakorum, en una expedición al Spantik, un montañón de 7.000 metros y me ha prometido que nos lo va a contar en exclusiva aquí en The South Face. ¡Vaya nivel que está cogiendo esto! Si hasta yo me asusto...
En fin, que en el aparcamiento nos encontramos con Manuel, que así se llama el amiguete en cuestión, y empezamos a andar. Nada más salir nos cruzamos con un grupo de gente que bajaba corriendo, y con dorsales y todo. Una carrera de montaña, dedujimos al instante. Si es que cuando nos ponemos a pensar...
Manuel, que es de Cercedilla, nos hizo un poco de guía, porque Andrés y yo era la primera vez que veníamos a esta zona. Así que dijo que era por aquí y le seguimos sin rechistar.
Ahora tocaba remontar esta rampa que asciende junto a los remontes del Telégrafo.
No se tarda nada en llegar arriba, desde donde se puede ver todo el cordal que nos queda. Primero, el Cerro del Telégrafo y después los Siete Picos.
Ya casi llegamos al Telégrafo, donde hay una imagen de la Virgen de las Nieves que, con todos mis respetos, desde aquí parece que está bailando sevillanas...
En apenas 25 minutos, llegamos a la primera cima del día, el Cerro del Telégrafo (1.978m) en la que hacemos la primera pose elegante de la jornada. De ahí el subtítulo del reportaje: "con elegancia". Es curioso, hay una canción que siempre que la ponen en la radio, impepinablemente, el locutor de turno no puede evitar decir la palabra "elegancia", la reproduzco aquí para haya elegancia vamos, a porrillo:
Al fondo, se ve el Alto de las Guarramillas, más conocido como la Bola del Mundo. Creo que aquí, Manuel le estaba intentando explicar a Andrés la ruta de ascenso al Ben Nevis: "Es por ahí, ¿no lo ves?"
Seguimos y abajo tenemos la pradera de Siete Picos y el pinar que habremos de ascender a continuación...
...los hitos se pierden un poco y el camino está bastante descompuesto, pero se sube bien.
Unos tres cuartos de hora nos llevó llegar hasta quí. Frente al Séptimo Pico, es que desde Navacerrada la numeración es descendente, que es el más alto de todos. No, arriba no hay escultura de la Virgen, lo que se ve en la foto es una pareja disfrutando de su amor en la cima. ¡Qué bonito!
En un par de trepadas nos colocamos arriba. No he puesto ls fotos porque eran ciertamente antiestéticas. Ustedes sabrán comprenderlo. Un vídeo en la cima sí que hicimos, eso sí.
En fin, que en el aparcamiento nos encontramos con Manuel, que así se llama el amiguete en cuestión, y empezamos a andar. Nada más salir nos cruzamos con un grupo de gente que bajaba corriendo, y con dorsales y todo. Una carrera de montaña, dedujimos al instante. Si es que cuando nos ponemos a pensar...
Manuel, que es de Cercedilla, nos hizo un poco de guía, porque Andrés y yo era la primera vez que veníamos a esta zona. Así que dijo que era por aquí y le seguimos sin rechistar.
Ahora tocaba remontar esta rampa que asciende junto a los remontes del Telégrafo.
No se tarda nada en llegar arriba, desde donde se puede ver todo el cordal que nos queda. Primero, el Cerro del Telégrafo y después los Siete Picos.
Ya casi llegamos al Telégrafo, donde hay una imagen de la Virgen de las Nieves que, con todos mis respetos, desde aquí parece que está bailando sevillanas...
En apenas 25 minutos, llegamos a la primera cima del día, el Cerro del Telégrafo (1.978m) en la que hacemos la primera pose elegante de la jornada. De ahí el subtítulo del reportaje: "con elegancia". Es curioso, hay una canción que siempre que la ponen en la radio, impepinablemente, el locutor de turno no puede evitar decir la palabra "elegancia", la reproduzco aquí para haya elegancia vamos, a porrillo:
Al fondo, se ve el Alto de las Guarramillas, más conocido como la Bola del Mundo. Creo que aquí, Manuel le estaba intentando explicar a Andrés la ruta de ascenso al Ben Nevis: "Es por ahí, ¿no lo ves?"
Seguimos y abajo tenemos la pradera de Siete Picos y el pinar que habremos de ascender a continuación...
...los hitos se pierden un poco y el camino está bastante descompuesto, pero se sube bien.
Unos tres cuartos de hora nos llevó llegar hasta quí. Frente al Séptimo Pico, es que desde Navacerrada la numeración es descendente, que es el más alto de todos. No, arriba no hay escultura de la Virgen, lo que se ve en la foto es una pareja disfrutando de su amor en la cima. ¡Qué bonito!
En un par de trepadas nos colocamos arriba. No he puesto ls fotos porque eran ciertamente antiestéticas. Ustedes sabrán comprenderlo. Un vídeo en la cima sí que hicimos, eso sí.
Y, por supuesto, la foto con el banderín del patrocinador. Ahí estamos, barbudos pero elegantes.
Y seguimos caminando. Eso es lo que nos queda.
En caso de duda, siempre hay que buscar el camino hacia la derecha, o sea hacia la ladera norte, nos explicó Manuel. Pues nada, nada, hacia la derecha.
La verdad es que no sé que pico es éste, porque nos liamos a hablar en plan arreglar el mundo y se nos fue el santo al cielo. Lo subimos por un sitio un poco raro, metiéndonos por un agujero entre bloques de piedra. Por el otro lado casi había escaleras. Aquí estoy yo paseando en las alturas like Peter at home...
Foto en la cima del pico número... del pico número... no sé creo que era el quinto... no si por algo somos The South Face Nisio Extreme Team.
Otra mirada a lo que nos queda...
...y otra hacia la provincia de Segovia, con los preciosos pinares del Valsaín y al fondo lo que viene siendo Castilla.
Seguimos caminando, ahora en dirección al Tercer Pico, no me preguntéis por el Quinto y el Cuarto, pero por qué no les pintan los números en amarilo fosforito... Éste es el tercero porque tiene la conocida como Ventana del Diablo, ese agujero que forman unos bloques de piedra...
...desde el otro lado. Andrés en su interior haciendo de diablo. Por supuesto, hubo varias bromas sobre cuernos, rabos y demás.
Y ya debajo del Segundo Pico, paramos a descansar y a picar algo. Manuel, que demostró unas condiciones óptimas para acceder al Nisio Extreme Team, baste decir que se sabía de memoria los diálogos de la peli El Gran Lebowski, sacó una botella de vino y hasta vasos de cristal. Muy profesional. Pues nada: jamón ibérico, salmón ahumado y hasta un pastel de cabracho que Andrés sacó de un tupper acompañaron a un delicioso vino que abre una nueva etapa en lo que se refiere a los tentempiés de montaña para The South Face.
Andábamos nosotros ocupados en no perder bocado, cuando aparecieron tres chicas. Sí, tres montañeras, no es muy común, ¿verdad? Bueno, les ofrecimos jamón y vino, que amablemente rechazaron, se nota que han recibido una buena educación, y siguieron hasta el Segundo Pico. Luego, bajaron y de nuevo les ofrecimos compartir nuestras viandas. De nuevo declinaron la oferta. Nos despedimos y cuando subieron al Tercer Pico, les saqué una foto. Nos las encontramos otra vez en el bar del puerto, charlamos otro poco y me dijeron que eran foreras de Sistema Central y que habían quedado a través del foro. Pues nada aquí hay una foto, si queréis el resto me las pedís, majetonas.
Cuando terminamos de comer, nosotros también nos subimos al Segundo Pico, Allí hicimos la que sin duda es la pose más elegante de la jornada. Obsérvese la composición de la escena, las miradas perdidas y también que el pañuelo del Bar Llamas está al revés. Cosas de Manuel...
Aquí nos detuvimos porque Manuel sintió la llamada de esa piedra en la que asienta sus posaderas. Yo aproveché para buscar en el libro sobre Siete Picos que nada más conocernos me regaló Manuel (un detallazo, compañero) de dónde venía el nombre del camino. Pues resulta que fue Eduardo Schimd, socio número 13 del Club Peñalara, quien lo señalizó allá por 1926 y une el Chalet de Peñalara con el Puerto de Navacerrada. Mientras yo leía, Manuel ojeaba su gorro baltí, que se compró en Pakistán y que también dio un toque de elegancia a la ruta.
8 comentarios:
Pero tu no ibas a estar en barcelona??!!!! te mueves más que un electrón excitado!!!!
De todas formas te veo flojo...lo suyo hubiera sido alargar la excursión hasta la Mujer Muerta, techo provincial de Segovia (ya que Peñalara realmente está en Madrid). Igertu, Geme y yo fuimos hasta Mujer Muerta en una invernal acojonante. Como vosotros también volvimos pro el camino Smith ese.
Flojo flojo flojo, y encima bebiendo Mahou... el ocaso...
Jojojo, lo mejor la foto del vino, que descojono...
Un abrazo desde levante.
JM
No Kepa, no, es este fin de semana el que me voy a Barcelona.
Y ésta era una excursión tranquila. Sí que la idea era hacer también el MOntón de Trigo, pero al final nos lo tomamos con demasiada calma y lo dejamos para otro día.
De esa afrenta contra los bebedores de Mahou, ya hablaremos
Yo tambien he pasado un buen rato leyendo vuestra ruta, y sobre todo viendola. Me he partido el as.
Menuda tropa. Igualicos que las fotos del retorno de Metallica.
Un abrazo
El fratello
¡¡¡Holaaaaaa!!!. He disfrutado mucho con las fotos y el relato de vuestra aventurilla.
Por cierto, soy Afri, una de las 3 montañeras con las que hablásteis. Saludicos tb de mis compañeras. ¡¡Sois la cañaaaaaaaa!!. Jajajaja.
Meeeenos mal que no fui... sino... os dejo tiraos allí...
O mejor, al paso que fuisteis podría haber ido con mis muletas...
Jajajaja, así que con AFRI y resto de foreras de SC, no tenemos muchas más... jajajajajajaja
Geme a ver si em presentas a las Foreras hombre!!!!
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