Tempus fugit decían los romanos que eran muy sabios, no por nada inventaron la merluza a la romana. El tiempo va a toda leche. Parece que fue ayer cuando, en mi más tierna infancia, empezaba a hacer el cabra por las montañas de León (qué ascensión al Teleno a los diez años) y ahora descubro como los achaques empiezan a hacer mella en este cuerpo mortal que se han de comer los gusanos... sí, estimados lectores, desde hace un par de años una hernia discal me viene dando la lata. Esta circunstancia me viene empero al pelo para excusarme cuando mi siempre lamentable estado de forma me hace ser el último de los nisios en alcanzar una cima.
Es por ello que, aprovechando que la semana pasada estaba en Salamanca sometiéndome a un tratamiento para mi dolencia en la Unidad Regional del Dolor (tras la primera infiltración de CO2 supe por qué la llaman así), me paré a reflexionar. Y llegué a la conclusión de que hay que empezar a dar paso a las nuevas generaciones para asegurar el relevo en The south Face Extreme Nisio Team. Así pues, una vez terminadas mis sesiones de pinchazos y una vez acabadas las clases, me cogí a las dos sobrinas más guapas, más listas y más simpáticas que encontré por allí y me las llevé al monte. El objetivo: el Jálama, un monte de la Sierra de Gata, asequible con bonitas vistas y algunas curiosidades por el camino para meter el gusanillo en el cuerpo a la chavalería. Así veíamos nuestra montaña de hoy desde la carretera de Ciudad Rodrigo a Cáceres que nos dejaría en el Puerto de Santa Clara (1.027m)
Vamos a seguir la ruta que nos cuenta esta página web, sencilla pero hecha con mucho cariño y que nos ayudará mucho con sus indicaciones y croquis. Aparcamos el coche bajo un cortafuegos, pero para hacer el primer tramo más cómodo subimos por la pista que sale a nuestra derecha y que cierra esta portera. Y éstas sonVega y María quienes, efectivamente, están como para que las encierren...
La pista asciende con una pendiente majilla entre un robledal alfombrado de helechos primero y bordeando un pinar después...
Al principio muchas carreras, conato de batalla de piñas, nos paramos a ver una lagartija muerta...
...hasta que por fin cogemos ritmo y nos plantamos de nuevo en el cortafuegos. Tenemos que remontarlo un buen trecho antes de abandonarlo de nuevo, esta vez por la izquierda.
Se hace durillo, pero por fortuna no hace calor y las nubes que tapan el cielo no parecen tener ganas de mojarnos por el momento...
Varios hitos nos indicarán cuando es el momento de dejar el cortafuegos e internarse en el piornal. Lo atravesaremos por un vereda jalonada de mojones. Perderemos un poco de altura primero y luego un tramo será claramente descendente, pero es el mejor camino para no perderse entre los matorrales.
Como bien indica la página web, aquella singular roca "con forma de dolmen" nos servirá de referencia...
...sí, ésta.
siguiendo los numerosos hitos, bien puestos para no perderse, ganamos altura con rapidez. La vista atrás nos descubre de nuevo la singular piedra y un cielo cada vez más plomizo.
Se nota que Vega es deportista porque cuando termino de hacer la foto la pierdo de vista. Va a buen ritmo, sí señor. María y yo vamos un poco más retrasados y de vez en cuando la llamamos para asegurarnos de que todo va bien.
Tras algo más de una hora de marcha, abandonamos la zona de matorral y el terreno se vuelve más abierto. Parece que vamos ganando altura...
Así llegamos a otro de los puntos característicos de esta ruta: un pozo de nieve. Aquí se acumulaba la nieve del invierno que luego en verano se bajaba en caballerías para mantener fríos los alimentos. Un panel lo explica muy bien.
Y desde aquí sí que no queda nada para la cumbre, que ya vemos un poco más arriba. Para que quede constancia de que yo también subo, María me hace esta foto. Vaya, tengo que dejarle la cámara más a menudo...
Y así, siempre por el lado salmantino de la valla que hace frontera con Cáceres recorremos los metros finales...
...hasta la cima; desde la que distinguimos al sudeste el embalse de Gabriel y Galán. Las más altas sierras de Francia, Béjar y Gredos están tapadas por las nubes...
Ahí arriba hacía algo de fresco, así que nos protegimos un poco del viento para engullir los bocadillos de chorizo que nos había preparado mi santa esposa, o sea su tía...
...y a buen paso volvimos para casa no sin antes hacernos la foto oficial de cima con el emblema de nuestro orgulloso patrocinador, el Bar Llamas. ¡Sito, vete poniendo las Mirindas a enfrescar que pronto iremos a por nuestra recompensa!
Aquí está el mapita y aquí la página de wikiloc para descagar track del GPS...
6 comentarios:
!Qué bonita excursión! Tus sobrinas acabarán teniendo pasión por la montaña y por la naturaleza y eso en la escuela no se aprende. Además el Jálama es una montaña especial. Ver atardecer desde allí es algo que no se olvida nunca. Saludos.
Mirinda, Mirinda, seguro que al final caen tres mahous y no serán tus sobrinas quienes las caten, ja, ja. Oye, que me voy dentro de ná de vacaciones, para tierras fronterizas entre Caceres y Salamanca. Recomiendame algo que igual me llevo las botas.
Un saludo
Hombre!Por fin Jálama en vuestro recetario de cumbres. Ánimo con esa hernia.
ZAFAK
Queremos que sepas, Rey del "tirulatismo", que nos lo pasamos genial haciendo esta excursión, y que estamos preparadas para la siguiente. Cuando tú nos digas, ya sabes...
Por cierto, que sepas que a pesar del agobio que tenía por el examen del día siguiente, lo pasé con un 8.95.
Bien, ¿eh?.
Besos de las dos "tirulatas" menores.
Muy interesante esta ruta, nosotros también la hemos echo y nos gustó, arriba pudimos ver como se lanzaban varios cernícalos.
Saludos.
Bonito monte,desde mi ventana puedo verlo.
Una pequeña nota,los embalses que se ven son el Rivera de Gata y el de Borbollón, no el de Gabriel y Galán.
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