Aunque parezca mentira, después de más de un año, Jorge y yo todavía teníamos pendiente el regalo de boda más original que nos hicieron en tan señalada fecha, debíamos gastar un bono de aventura de Smartbox que se podía realizar en cualquier parte de España. El problema es que como somos "nisios" para todo, habíamos apurado al máximo el tiempo de validez del regalo y sólo nos quedaba el fin de semana de San Valentín para aprovecharlo. Así que nos decantamos por practicar algo "cerca" de casa y lo que más nos llamó la atención fue el inicio a la espeleología en la cueva Galiana, que está situada en Soria, concretamente en el cañón de Río Lobos.
Se trata de una cueva inmensa que hasta hace unos 20 años estaba abierta al público pero que finalmente optaron por restringir su acceso ya que todo el mundo hacía lo que le daba la gana dentro, según nos comentaron, cuando se tomó esta decisión se sacaron hasta tres camiones repletos de basura del interior, algo increíble. En fin, que en la actualidad para poder visitar esta maravilla hay que hacerlo con un guía. Nosotros cogimos Soriaventura y la verdad es que funcionan muy bien, son serios y económicos (aunque en nuestro caso era gratis, que mola más!). La cueva Galiana ofrece muchas alternativas, hay rutas en su interior para todos los niveles, pero la más sencilla y la más habitual es la Galiana baja. Se trata de un inicio a la espeleología muy interesante ya que es muy sencillo pero extremadamente bello y te permite hacerte una idea de lo que supone practicar este tipo de deporte. A las 10:30 quedamos en el parquing del cañón de Río Lobos con la empresa de Soriaventura y desde allí nos desplazamos hasta la entrada de la cueva, que se encuentra en medio de la carretera, justo donde nace el río Uceda...
Se trata de una cueva inmensa que hasta hace unos 20 años estaba abierta al público pero que finalmente optaron por restringir su acceso ya que todo el mundo hacía lo que le daba la gana dentro, según nos comentaron, cuando se tomó esta decisión se sacaron hasta tres camiones repletos de basura del interior, algo increíble. En fin, que en la actualidad para poder visitar esta maravilla hay que hacerlo con un guía. Nosotros cogimos Soriaventura y la verdad es que funcionan muy bien, son serios y económicos (aunque en nuestro caso era gratis, que mola más!).
Una vez aparcados los coches, el guía que nos acompañaba, Rubén (un chico muy majo por cierto), nos dio a cada uno un mono y un casco con una lámpara de carburo, que son los únicos elementos indispensables para poder acceder al interior de la cueva. El grupo lo formábamos 15 personas, así que cuando estuvimos listos nos acercamos hasta la entrada que está protegida por una verja. Fuera hacía un frío del infierno, estábamos a unos menos 4 grados más o menos, para que os hagáis una idea, dormimos en la furgoneta y al levantarnos estaban mis lentillas congeladas... pero dentro la temperatura iba a ser de unos 19 grados, así que todos estábamos como locos por entrar de una vez!
Ahora sí que comenzaba la espeleo! la temperatura ya era perfecta, 19 graditos y los ánimos mejores, porque desde la entrada todo hacía indicar que la cueva iba a ser preciosa!
Poco a poco fuimos accediendo a las entrañas de la Galiana. Esta parte que hicimos de la cueva consta de tres kilómetros y se divide en tres partes. La primera es la sala del dormitorio. que está repleta de rocas y es muy amplia. Aquí se pueden contemplar numerosos murciélagos en el techo que tienen un tamaño muy pequeñito.
El recorrido continúa por la sala del lago. En esta zona se pueden comenzar a contemplar las maravillas del mundo subterráneo, las inmensas estalactitas y las estalagmitas.
La la sala lleva el nombre del lago porque en el medio posee un lago (valga la redundancia) con un agua cristalina impresionante.
¡Ay! ¡que bonito era todo! ¡Y además el recorrido era muy sencillo así que nos daba tiempo a hacer el mono!
Después se llega a la sala de los Gours. Se trata de una sala repleta de pequeñas pozas de agua cristalina que tienen numerosos gours en las orillas, pero... ¡qué son los gours??? pues son una especie de estalactitas que surgen en la orilla y que forman una imagen preciosa aunque son sumamente frágiles y se rompen enseguida. Desde esta zona se accede al plato fuerte de la visita, la corona... Éste es el único tramo en el que se utiliza una cuerda para poder acceder.
Es un tramo muy pequeño y todo está completamente controlado así que no hay ningún peligro.
Nada más subir te encuentras con la corona, una sala increíble donde las rocas se han formado de una forma espectacular formando una especie de corona que te deja con la boca abierta durante todo el tiempo. Es una zona muy pequeña y hay que dividirse en grupos para poder acceder.
En esta foto se puede apreciar un poco la forma de corona que posee.
Después de disfrutar de tanta belleza se llega una última zona, es el salón (creo) y desde aquí se accede a la sala del bosque y a la gran vía que debe ser la zona más bonita de toda la cueva pero que se ve en otra espedición un poquito más complicado ya que hay que trepar (esta será la próxima). En el salón, el guía nos hizo sentarnos, apagar todas las luces y estar en silencio para poder apreciar la sensación que produce estar en un lugar completamente oscuro y sin un sólo ruido, una sensación muy interensante. Tras estas experiencias comienza el camino de regreso que se hace por otra zona hasta que llegas a la sala de los gours.
Tras caminar durante una media hora te encuentras de repente con la salida y te das cuenta de lo fácil que es perderse en el interior si no conoces bien la zona, ya que hay muchos lugares similares y muchos accesos que te llevan ha otras partes más complicadas de la cueva.
Este inicio a la espeleología ha sido muy grato y me ha quitado los miedos que tenía al haberme roto los dientes la única vez que intenté en el pasado acceder a una cueva. Por si fuera poco, cuando salimos el sol brillaba con fuerza y ya no hacía tanto frío así que pudimos aprovechar para conocer el pueblo de Ucero y los alrededores que son preciosos!
5 comentarios:
Pues si que parece guapa la cueva, si. Por lo que cuentas de cerrarla y tal, es algo parecido a lo que ha pasado en Asturias con la cueva Huerta, en Teverga, aunque yo creo que aqui fue un interés meramente económico, pero bueno. Una cosa, dices que os dieron lámaparas de carburo, pero las que llevais son electricas, ¿no?. Las de carburo son de llama, llevan un carburero para meter las piedras y el agua ... no una bateria como las que se ven. Y otra cosa, ¿quien es la que entró de abrigo?, si , la de rojo, je, je.
Un saludo pareja.
En esta cueva fue mi primer y hasta el momento,unico contacto con la espeleologia,la verdad que lo pasamos bien,pero es cierto que sin un guia creo que te pierdes a los diez metros.
¡buen fin de semana os habeis marcado!.
Un saludo.
Cien fuegos tienes toda la razón!!! las que nos dieron no son lámparas de carburo, me he liado porque nos estuvo contando el guía que las de carburo son las que llevan los buenos espeleólogos! la del abrigo soy yo!!! que fuera hacía un frío del carajo! así que como la cueva está cerrada, lo que hacíamos era dejar los abrigos al principio!!!!
La verdad es que ha sido un fin de semana muuuuuy bueno! a ver que tal se nos da éste próximo
que la de rojo no soy yo!!!! me había equivocado porque yo entré con el cortavientos rojo, pero no había visto a la fantasmita que iba toda de rojo con el mega abrigo!!!! reconozco que hacía muuucho frío
Hola, he llegado a vuestro blog buscando cosas sobre la cueva Galiana (que recientemente visité) y me ha parecido muy interesante.
Si no tenéis inconveniente incluiré un link hasta aquí desde el que escribo yo.
Tenéis unas fotos muy buenas del interior, os felicito. En nuestro caso no pudimos sacar tantas ni tan claras.
La verdad que es una buena toma de contacto con la espeleología.
Un saludo.
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