Decíamos ayer... que nos metimos en el saco porque al día siquiente nos íbamos al Perdido. Y así fue, nos levantamos lo suficientemente pronto para no parecer demasiado vagos y lo suficientemente tarde para tener alguien delante y no perder mucho el camino... y a eso de las ocho menos cuarto ya estábamos en marcha. Ahí está Óscar iniciando por fin su ansiado ataque a esta montaña. Hace tres años nos pasamos por aquí con esa intención pero, como los más asiduos recordarán, la cosa no estaba en las mejores condiciones...
...pero ahora era otra cosa, teníamos por delante muuuchas horas de luz y una previsión del tiempo que daba medio bueno aunque anunciaba nubves hacia la tarde incluso alguna tormenta. De momento, las nubes parecen respetarnos mientras acometemos las primeras rampas de esta mantenida ascensión.
Ante nosotros aparece la Punta de las Escaleras, que nos tapa la visión del Perdido. El camino no tiene pérdida y vamos a buen ritmo...
...así, ganamos altura con rapidez y las vistas sobre el valle de Ordesa son una vez más impresionantes y espectaculares... cuando encuentre el diccionario de sinónimos iré ampliando la adjetivación.
La verdad es que la pedrera no es del todo incómoda, aunque las ampollas que, inexplicablemente, me han hecho las botas en los dos talones me ayudan a ir haciendo más penitencia de la que yo tenía prevista para esta actividad... también inexplicablemente, apenas me duele la lesión de la espalda. Yo creo que sólo me duele cuando trabajo... tendré que hacérmelo mirar...
...pasamos bajo este murazo de roca...
...y pasamos por esta vira diagonal en la que hay que ayudarse de las manos, pero sin más complicaciones...
...ya toca pisar nieve y tras un primer tramo llano, decidimos ponernos los crampones para pasar por otro con más oendiente, que total, para qué los queremos en la mochila...
...y seguimos ganando altura y ya vemos completita la Punta Tobacor...
...y cuando queremos darnos cuenta, estamos llegando ya al Lago Helado, que está ahí arriba, tras ese farallón rocoso...
...vamos a ello... sí, sí, ya sé que muchos ya se habían dado cuenta... Martita sube sin mochila. ¡Así cualquiera!, estarán pensando los más malévolos. ¡Qué caballeros!, dirán otros. ¡Machistas!, arguirán otros más... que no... el caso es que Jorgito y Martita decidieron subir una sola mochila con sus piolets, crmapones, ropa de abrigo, etcétera... dentro de un rato habrá relevo en la carga...
Por cierto, que desde aquí ya se ve la "temible" Escupidera y también a los más madrugadores que ya afrontan su subida...
Total que en dos horas y media estábamos en el Lago Helado y allí paramos un momento a comer un poco y a deleitarnos con las vistas que nos rodeaban...
...como la del propio Lago Helado que muestro en esta pésima foto...
Bueno, pues vamos allá que sólo queda esta subidita hasta la cima, que vemos allí mismo...
Detrás dejamos la imponente figura del Cilindro a la que Óscar con su pose no desmerece en elegancia...
...y hacia arriba lo que nos queda por recorrer. Desde aquí se adivinan las grandes zetas trazadas para salvar el tramo con mayor desnivel.
Hay buena huella y siguiéndola van Jorgito y Martita que... esperen un momento... pues no, parece que todavía no han cambiado la mochila... lo que sí parece es que se está metiendo una nube que puede fastidiarnos las vistas desde la cumbre...
...efectivamente, las nubes tapan también la cima del Cilindro, pero no empañan sino que incluso acentúan la elegancia del Sr. Navarro.
Empezamos a cruzarnos con gente que ya está de bajada, las nubes siguen metiéndose y presenciamos uno de esos episodios que nos hacen recobrar la fe en San Bernardo de Menthon, patrono de los montañeros. Un par de seres humanos no perfectamente equipados se dan un susto en la escupidera, pero vuelven a nacer y nos les pasa nada... arriba sigue metida la nube...
...pero hacia atrás parece otro día distinto...
...al ganar altura, sin embargo, nos metemos en la niebla de forma inexorable, pronto perderé de vista a Óscar...
...y casi no veo al montañero que me precede, apenas diez metros por delante...
...así, en un momento dado, la pendiente se suaviza y, de entre la niebla, surgen estos dos veteranos montañeros (ya peinaban muchas canas en la barba) que vgenían de hacerse la norte. Les pregunto que qué tal y me dicen que la nieve no estaba muy bien... vamos lo normal a estas alturas del año. Les felicito por haber salido por arriba...
...y espero a que llegue Óscar, vamos que ya es tuyo...
...sólo un último repecho... ...que ahí asoman Jorgito y Martita desde la cima...
...venga esa foto de cima en el Perdido!!! Aunque bien podría ser cualquier otra montaña con un vértice geodésico en la cima. Habíamos echado cuatro horitas. Por cierto, que vimos la segunda demostración de que dios existe de la jornada. En la cumbre había un ser humano que ¡¡¡había subido hasta allí con los crampones puestos al revés!!! Aclaro: lo de delante, atrás; no con los pinchos para arriba. Nos asaltaron varias preguntas: ¿Cuántas veces se había puesto unos crampones? ¿Si era la primera vez que lo hacía por qué no le supervisa el compañero que presuntamente tenía más experiencia? ¿Cómo escoge una subida tan "expuesta" como la de la Escupidera del Perdido para estrenarse? ¿A qué huelen las cosas que no huelen?... y otras para las que seguimos sin respuesta.
En fin, que viendo el panorama o, más bien, viendo que no veíamos ningún panorama por la niebla y teniendo en cuenta la previsión de que se iban a formar tormentas por la tarde, decidimos bajarnos sin perder mucho tiempo en la cima. Todavía eran las doce, pero mejor prevenir... Apenas nos dimos la vuelta, unos compañeros de cima nos gritaron que el cielo abría. La Ley de Murphy había vuelto a funcionar. Por suerte fueron sólo unos segundos en los que ni siquiera pudieron ver el valle de Pineta. Así que seguimos para abajo... pero, un momento, ésa que va la segunda es Martita y no lleva ninguna mochila... a ver si se la ha olvidado en la cima... ¡Ah! No, que la sigue llevando Jorgito...
...con cuidado bajamos la escupidera, aunque casi se va mejor por fuera de la huella, donde la nieve está demasiado pisada...
...Martita decía que por qué no subíamos de paso al Cilindro... Claro, la tía, cómo va sin mochila, está tan fresca... la verdad es que si no estuviera ahí esa nube sería una buena forma de completar el día. Pero las previsiones del tiempo empeoran para la tarde...
En el Lago Helado paramos de nuvo a comer algo mientras observamos a los dos de la cara norte ir en busca del paso para volver a ella a través del Cuello del Cilindro.
...y luego nosotros, a lo nuestro, a bajar...
...sin complicaciones (y Martita sin mochila) hasta el refugio al que llegamos algo menos de siete horas después de haber salido...
...y una vez allí, otra vez a hacer vida de refugio, con emocionantes partidas de parchís y todo. Además de verdad porque al final se preparó una tormenta de narices. Así que volvieron a caer unas cervezas de las que no hay foto para no corromper en exceso a las jóvenes generaciones. También tuvimos sorpresa, ya que poco antes de que rompiera a llover con ganas apareció por allí el amigo Ángel Villán, habitual compañero de Tente en sus expediciones al Himalaya un montañero como al copa de un pino, que ahora se dedica a trabajar de guía por Pirineos. Así que charlas de refugio, risas, peustas al día y al saco no muy tarde que al día siguiente ellos van para el Perdido y la Punta de las Escaleras y nosotros hacia la Brecha de Roland
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7 comentarios:
Esos nisios buenos. Enhorabuena por el Monte Perdido, una montaña muy bonita. Genial repor.
Nos ha encantado el repor, nosotros quisimos subir en mayo pero la meteo no nos acompañó, así q lo tenemos pendiente. Pero ya caerá ya...
Aupa ahí!!! Muy bonita ascensión . La niebla le da otro ambiente al asunto. Lo que de verdad me ha provocado un escalofrio es el comentario de los crampones al revés. Acojonante. Es la primera vez que lo oigo. Dios bendiga a ese inocente. Agur!
Bonito repor y bonita ascensión....enhorabuena.
Un saludo y a seguir disfrutando de la montaña.
jaja se ve de todo jaja
estrenarse en el uso de crampones con la escupidera
muy osados
una lastima esa nube que hizo honor al nombre del perdido
asi teneis excusa para volver
nostros este verano lo subimos
Qué chulada!
Justo la nube arriba fastidiando, pero lo he pasado muy bien leyendo el periplo...
Lo de turnarse uno solo llevando la mochila me suena, jeje, ya que siempre que le propongo eso a mi santa esposa acaba pasando eso mismo...
Debe molar un buen tormentón allí arriba (en el refugio, no fuera...).
Saludos.
Interesante opción por la punta de las escaleras, habrá que probar...
Por cierto, pasate por el blog de los mapaches que tienes una sorpresa.
Saludos.
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