La noche en el refugio no fue tan fría como parecía. En otra nisia decisión, con el voto en contra de Andrés, habíamos pensado: "si vamos a dormir en el refugio, no hace falta subir el saco". Pero con las mantas nos apañamos bien y por la noche la temperatura no bajó de 6º en la habitación. A las 7,00h sonó el despertador y sin mucha prisa bajamos a preparar el desayuno. Fuera del refugio ya amanecía, las nubes remontaban el valle del Poqueira y las anunciadas rachas de viento de hasta 60km/h a esa altura cumplían a la perfección las previsiones.
Entre pitos y flautas a las 8,30h estábamos listos para salir del refugio. La verdad es que no apetecía mucho. No hacía mucho frío, -1º marcaba el termómetro de la puerta, pero el viento lejos de parar soplaba cada vez con más fuerza. Pero habíamos hecho kilómetros a porrillo y si bien se había frustrado nuestra idea inicial de hacer la norte del Mulhacén, la normal no podía resistirse por mucho que Eolo se empeñara.
Y, como se puede comprobar, sí que se empeñaba, sí.
Fuimos los primeros en salir del refugio y parecía que los únicos, así que nos iba a tocar abrir huella. Pero en esto el viento fue nuestro aliado, había soplado toda la noche y había limpiado prácticamente toda la nieve reciente. Allá va Andrés...
...y ahí me sigue Fernando. Al fondo aparecen unos montañeros. Son tres compañeros de Salamanca que nos alcanzaron cuando nos paramos a ponernos los crampones. Lo suyo hubiera sido salir con ellos desde el refugio, pero bueno, no pidamos peras al olmo ni obviedades a los nisios.
Caminando por la sombra y con el viento helador, yo por lo menos no terminaba de coger ritmo. Los que sí lo llevaban y muy bueno eran los salmantinos que pronto se pusieron en cabeza...
...ellos iban a llegar casi hasta el collado del Ciervo para después enfilar por la cara oeste. A nosotros, sin embargo, nos atraía más tirar todo derecho por la pala de nieve que teníamos delante, así que nos separamos, cada uno por su lado. Ya nos veríamos en la cumbre.
Por cierto, el viento seguía soplando.
Con el viento levantando la nieve y el sol a media altura, me lié a sacar fotos como un poseso. Cada vez que daba dos pasos tenía que parar para recoger ese instante. He intentado seleccionar un poco pero es que esa pala de nieve dio mucho juego. Quedaos con el sonido del viento y disfrutad de las imágenes, he decidido, sin que sirva de precedente, no estropearlas durante un rato con mis torpes comentarios.
La verdad es que esta sesión de fotos me sirvió no sólo para consagrarme dentro del mundillo de la fotografía de montaña, sino sobre todo para recuperar fuerzas, ya que cada tres pasos me detenía un rato. Como también me comí una chocolatina, pues empecé a carburar, cogí ritmo y pasé a Fernando, a quien retraté primero con el Veleta al fondo...
...y con el refugio, el valle de Poqueira y al fondo del todo el mar, después. Por cierto, ¿alguien puede decirme cómo se llama la cima nevada con muchas antenas que se ve al fondo? Graciaaaas.
A todo esto, Andrés que está hecho un mulo, nos había cogido distancia y ya llegaba hasta la Loma del Mulhacén, que tendríamos que remontar hasta la cima.
Es ésta. Aquí el viento soplaba de verdad. Allá va a Andrés. ¿No lo véis?
A ver si con el zoom de mi cámara nueva... mejor ¿no?
Acabábamos de pasar junto a este hito que a todos nos engañó. En la cima comentamos cómo los tres habíamos pasado de la alegría al gozo en el pozo tras verlo y después comprobar que faltaba todavía un rato. Allí viene Fernando, al fondo el mar Mediterráneo. Esa rayita de arriba es un barco.
A pesar del viento, que aquí sí a veces te obligaba a pararte, asentar bien los pies y darte media vuelta para aguantar sus embates, este tramo se me hizo cómodo, incluso divertido.
La cercanía de la cumbre y estar allí en plena ventisca me animaban a caminar. Supongo que es una sensación que sólo los montañeros podrán comprender. Allí llega Andrés mientras el trío de charros espera en la cima. Éste es el mejor encuadre que conseguí en seis disparos por culpa del viento.
La cercanía de la cumbre y estar allí en plena ventisca me animaban a caminar. Supongo que es una sensación que sólo los montañeros podrán comprender. Allí llega Andrés mientras el trío de charros espera en la cima. Éste es el mejor encuadre que conseguí en seis disparos por culpa del viento.
Y por fin, la cumbre del Mulhacén, 3.482 metros, montaña más alta de Granada, de Andalucía y de toda la Península Ibérica. Eran las 13,30h.
Hice una foto a estas míticas Kamet Enduro que alguien decidió dejar aquí. Descansen en paz.
Foto oficial.
Y foto oficial con los compañeros de Salamanca que confesaron que eran más asiduos del Bar Bolero que del Bar Llamas. En fin, rememorando la última frase de la gran película "Con faldas y a lo loco": "Nadie es perfecto".
Comimos un poco, sacamos unas fotos, como ésta del Veleta. Bonita montaña...
...y a las 14,00h emprendimos el descenso. Todavía teníamos que llegar hasta el coche. Habíamos decidido llevarnos todo en la mochila y bajar por la Loma del Mulhacén. Así que teníamos por delante otras cinco horitas de descenso. Después de hacer 1.000 metros de desnivel positivo, ahora tocaban casi 2.000 de desnivel negativo.
Sin prisa pero sin pausa fuimos perdiendo altura. Andrés seguía utilizando su astucia para colarse siempre en mis mejores fotos...
...venga un descansito para quitarse los crampones...
...regresamos a la acequia alta...
...con las últimas luces del día llegamos a la carretera...
...y tras un paseíto por asfalto, sobre las 19,00h, llegamos al coche...
...donde la última recompensa del día fue este bonito atardecer. Otro premio más prosaico, unas Alhambras bien fresquitas, nos esperaban en Capileira, donde la otra mitad de esta expedición a Sierra Nevada ya iba por la enésima ronda.
Ahora, a ver si Martita se anima y pone por aquí las fotos de su ascensión. Pues eso, ¡ánimo cuñada! Pues nada que ya se ha animado, si queréis ver su completo reportaje sólo tenéis que pinchar aquí
10 comentarios:
Muy buena ruta. Enhorabuena por el techo penínsular. Menudas condiciones de ventolera.
Como fotógrafo de montaña con las fotos de hoy te estás labrando una reputación. Hay que reconocer que Mr. Churches siempre le da una distinción especial a tus instantaneas.
Gracias por compartir la experiencia!!
Pues enhorabuena por esa cumbre. El techo de Ejpánia, ni más ni menos, eso no es muy nisio que digamos. Los fotos del viento en esa ladera, verderamente guapas.
Un saludo
Vaya ventiiisccaaaa!
Bien luchao Nisios! vaya fotacas y vaya gran nisiada dejar el saco en el coche! supera a la mía de las raquetas...
Salud!
Buen día de montaña, me imagino lo duro que es esa ventisca, pero creo os mereció la pena, ¡Gracias por mostrarnos estos recorridos! .
Un saludo.
AGGGF!QUE VIENTO, PERO MERECIÓ LA PENA, BUENAS Y DESCRIPTIVAS FOTOS.
AGGGF! QUE VENTISCÓN.
UN SALUDO MONTAÑERO.
Enhorabuena, le echasteis huevos con ese viento.
El cilindro que os engañó es el Mulhacen II o falso Mulhacen y la sierra de detras con las antenas la Sierra de Gador.
Las fotos geniales, mandalas al desnivel.
La épica del Nisiso Team no conoce límites, no hay quien os pare...me ha gustado mucho todo el relato, por un momento haciendo un fuerte ejercicio de abstracción pareciese que estabais en la Antártida...
Un saludo.
Enhorabuena por el Techo peninsular... con esas condiciones es toda una aventura incluso por la normal...
Un abrazo.
Vaya! Las normales a veces bastan para poner a uno en un aprieto. Enhorabuena por la aventura y esas fotazas de la ventisca, presiosas del to. La norte, para la próxima... Y mejor en marzo-abril!!
Salu2
El Mulhacen me queda pendiente, a ver cuando podemos ir para alla.
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